Está más o menos reconocido y aceptado que Maus. Relato
de un superviviente, de Art Spiegelman, supuso la mayoría de edad
definitiva del cómic. Fue publicado por entregas entre 1973 y 1991 conformando
dos series: I "Mi padre sangra historia" y II "Y aquí comenzaron
mis problemas". Finalmente las dos series fueron reunidas en un solo
volumen bajo el título común antedicho. Maus ganó un premio Pulitzer en
1992, junto a otros prestigiosos galardones.
Con Maus el cómic consolidó definitivamente aquella línea independiente, surgida con el underground y separada de las tradicionales historietas de superhéroes. Dio pie a la
denominada novela gráfica, un género que demuestra que las historias dibujadas
pueden abordar cualquier tema o asunto, individual o colectivo, histórico o
autobiográfico, social o político, realista u onírico... exactamente igual que
la literatura no gráfica.
La materia de Maus es abiertamente política. Trata de
la biografía de Vladek Spiegelman, padre de Art, un judío de origen polaco que
padeció la persecución antisemita y los campos de concentración de los nazis.
Finalmente emigró con su familia a EEUU, donde se instalaron definitivamente.
La obra recuerda las fábulas tradicionales, ya que los personajes
-indudablemente humanos- están representados mediante animales. Los judíos son
ratones (Maus en alemán significa ratón), los nazis gatos, los franceses ranas,
los polacos cerdos, los ingleses peces, etc.
La forma de hablar en inglés de Vladek refleja influencias
de la lengua yiddish, de forma que hay giros en los tiempos verbales y en las
preposiciones que suenan extraños al lector. Esta característica se ha recogido
en algunas de las traducciones españolas, como la que tengo ahora a la vista.
No obstante, Maus se lee y se entiende sin ninguna dificultad.
Una buena novela.
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