Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

domingo, 25 de septiembre de 2022

Leyenda y pintura del tiempo



Sorprende este Goya. Saturnalia, de Manuel Gutiérrez y Manuel Romero, del que lo que está más que  claro es lo que escribe Álvaro Pons al final de su epílogo en el libro: estamos ante un gran tebeo. Estamos también, creo yo, ante una rica obra intermedial, en la que se conjugan la pintura (Goya especialmente), la poesía (Lorca) y la música (Camarón) con el cómic (Gutiérrez y Romero). El tiempo, por su parte, no se suele incluir entre los medios, pero es sin embargo el medio en que se desenvuelven todos los medios. 

Goya fue pintor del tiempo, de la historia, pero también de la ausencia de ella. Sus cuadros, dibujos, cartones, grabados, pinturas... son representaciones de un tiempo, el suyo, pero también de otro tiempo que trasciende la inmediatez. Especialmente las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo, que son las que alimentan este cómic, conectan con un tiempo inmemorial que, como Saturno, devora a sus hijos. En Goya el tiempo se confunde con la realidad, pero también con una ensoñación. Es como una maldición en la que se desvanece la luz. 

"El sueño va sobre el tiempo flotando como un velero". Ojalá fuera un sueño esa antagonía entre el oscurantismo y la ilustración que tan bien refleja el tebeo. Pero es tan real como la historia. El pesimismo de los últimos años de Goya estaba fundamentado. El poder se apropia siempre del lenguaje, y así "afrancesado" era un improperio pronunciado por un rey sostenido por los franceses Cien mil hijos de San Luis. Tampoco buena parte de aquel pueblo se quedaba atrás. Hoy se han apropiado de los términos "vida", "familia" o "nación". Es una antagonía que perdura. 


lunes, 19 de septiembre de 2022

Teatro dibujado, narrativa gráfica (Nick Drnaso)

Todos somos doblemente intérpretes. Interpretamos los signos y los textos que conforman nuestra realidad, pero también actuamos, somos actores que desempeñan papeles y pronuncian frases. 


Acting Class ―la tercera novela gráfica de Nick Drnaso (2022)― recoge este doble sentido del término 'interpretación'. Carlos Mayor, traductor del tebeo a nuestro idioma, ha optado por titularlo Clase de actuación, ateniéndose así al sentido literal del término acting (to act = actuar, representar), Puede que esta opción simplifique de algún modo el relato, pero también de otro modo lo complica. Clase de interpretación me parece que habría sido un título más redondo. Añade nuevas dimensiones a cada una de las páginas del relato además de la horizontal, añadido que es precisamente lo que sugiere este cómic. 

En otra entrada sobre Nick Drnaso [aquí] me referí a La gran novela americana en La era de la ansiedad. Creo que el autor da un paso más con Acting Class al englobar el teatro en la novela del modo en que lo hace. Pura performance narrativa. Drnaso pone en evidencia la elasticidad o apertura de la forma novela. Llevada al terreno del cómic, dicha elasticidad produce, en este caso, una novela gráfica que engulle al teatro en su composición interna. Los personajes actúan en las clases semanales de representación, pero también se proyectan en esos papeles que a la postre interpretan (es el doble sentido al que aludo). Son, con todo, interpretaciones individuales que conforman una narración, una novela. Que por sí, en cuanto novela, tiene cierto sentido, proyectado ahora por el autor y recibido de un modo u otro por el lectoespectador. Es a fin de cuentas el lector el que interpreta las interpretaciones de los personajes del tebeo, que ellos y ellas sí se pasan las páginas actuando a la vez que indagando el sentido de sus respectivas diégesis. Y con ello interpreta, el lectoespectador, el sentido de la novela. 

No es del todo ajeno ese sentido a la política, como se aprecia al final del relato. Ninguna de las novelas de Drnaso, en realidad, es ajena a la política. 


La gráfica de Acting Class es la misma que la de Beverly y la de Sabrina: Nick Drnaso se mantiene fiel a su estilo. Podrá gustar o no, sonar a demasiado repetitivo, incapaz de diferenciar visualmente a los personajes, pero el estilo está al servicio de la composición de un relato que lo trasciende. Son tebeos que hay que leer. Y la gráfica de Drnaso se adecua perfectamente al sentido de sus historietas. 

Bien mirado, tener una gráfica propia es lo mejor que le puede ocurrir a cualquier dibujante de cómics. 


jueves, 8 de septiembre de 2022

El Pratt más borgesiano: Las helvéticas


Hugo Pratt y Jorge Luis Borges eligieron el mismo país, Suiza, como destino final donde reposaran sus huesos. Suiza es también el escenario en que se desarrolla el penúltimo álbum de Corto Maltés, Las helvéticas. Y esta historia es, a la postre, la más borgesiana de las que escribiera y dibujara el fabulador italiano, sobre todo desde una perspectiva formal. 

Es de sobra conocida la larga estancia del autor de Tango en Argentina y su amplia colaboración con Oesterheld (Ticonderoga, Ernie Pike, El sargento Kirk...), y es de esa época de donde procede el conocimiento prattiano no solo de Borges, sino de otros escritores de allí, como Leopoldo Lugones o Roberto Arlt. Por otra parte, la influencia de Borges en el historietista italiano es perfectamente compatible con las otras influencias evidentes en Pratt y declaradas por él: Stevenson, Melville, Conrad, Salgari, escritores todos ellos en extremo apreciados por Borges. La aventura es polisémica: física, biográfica, laberíntica, intelectual. No hace falta insistir en ello. Pratt supo llevar sus influencias a un imaginario dibujado en el que la narrativa aventurera encontró nueva expresión y nuevos personajes, el epítome de los cuales lo representa la figura de Corto Maltés. El efecto de Borges en Pratt se manifiesta por ejemplo en "Concierto en O' menor para arpa y nitroglicerina", una de las historietas incluidas en Las célticas, en la que el dibujante italiano traslada al conflicto irlandés el meollo del cuento titulado "El tema del traidor y del héroe", que forma parte del libro Ficciones del escritor argentino. 


La reedición actual de Las helvéticas nos permite una relectura en la que, en la versión en blanco y negro, se percibe mejor que en color el talante vastamente literario de la composición de Hugo Pratt. El viaje y la aventura de Corto es aquí interior, sin salir de la Casa Camuzzi o de la habitación de la pensión Morfeo. Tópicos borgesianos como el esoterismo, la cábala, el doble, los escenarios soñados, las referencias ocultas, la erudición simulada, la ficción de la realidad o la realidad de las ficciones se encuentran hilvanados y finalmente cosidos por Hugo Pratt en este relato onírico. En el libro A la sombra de Corto, Dominique Petitfaux recoge las siguientes palabras de Pratt: 
"Borges enseñó una cosa muy importante: contar mentiras como si fueran verdad. Yo aprendí de él a contar la verdad como si fuera mentira." 

En  Las helvéticas se ilustra perfectamente este aserto.