[Es probable que el libro de papel haya encontrado en el cómic un firme aliado capaz de, si no garantizar, sí al menos prolongar su supervivencia. Llegará un momento en el que predominarán las historietas, novelas gráficas y tebeos en formato de libro electrónico o simple distribución digital, qué duda cabe. Pero es más fácil imaginar un mundo sin libros de papel con solo texto que ese mismo mundo sin libros ilustrados, secuencialmente o no.
En esta alianza entre el libro de papel y el cómic ha lugar la imparable evolución y desarrollo del tebeo de no ficción. Lo cual no deja de ser paradójico, ya que en la creciente era de la información son, en principio, los libros de no ficción en papel los principalmente afectados por las tecnologías al efecto (las TIC). Basta con recordar el soporte de la Enciclopedia Británica de antaño y el de hoy, por citar solo un ejemplo.
Las potencialidades discursivas del lenguaje gráfico tienen ahí, en la representación no ficticia, un bello horizonte para la expansión. Se dirá que tal producción no pasa necesariamente por su realización en papel. Es cierto. Pero también lo es que las hojas de celulosa encuadernadas aportan un marco exquisito para la lectura y disfrute de textos dibujados y escritos en lenguaje de cómic.
Esta reflexión no es decisiva, desde luego, para calibrar la calidad y el valor de una propuesta concreta. En un escenario pleno de dispositivos electrónicos y telemáticos, la presencia de un libro de papel puede ser extraordinaria, pero el índice de su validez no es la mera presencia del mismo.]
José Pablo García nos sorprendió hace un año con Las aventuras de Joselito. Ahora nos sorprende de nuevo, a mí por lo menos, con La guerra civil española (2016), una versión dibujada del ya clásico ensayo de Paul Preston: The Spanish Civil War: Reaction, Revolution, and Revenge, publicado originalmente en 1978. El libro fue revisado y actualizado por Preston en 2006 con motivo del septuagésimo aniversario de la sublevación rebelde. Es esta última edición la que José Pablo García ha trasladado al lenguaje de las viñetas y sale ahora a punto de cumplirse ochenta años del comienzo de la guerra.
Las aventuras de Joselito es un tebeo de no ficción sorprendente. Por la historia que cuenta y por el arte con que se cuenta. Lo mismo ocurre con La guerra civil española. La riqueza y precisión de los análisis de Preston aplicados a la comprensión de aquella barbarie podrían parecer en principio inapropiados para elaborar un cómic. El arte, de nuevo, de José Pablo García demuestra que no hay materia ajena al lenguaje de los tebeos, a mayor gloria del cómic.
La guerra, partera de la Historia, es la madre de todas las batallas. Es también la fuente de innumerables historias y relatos. En este sentido, la Historia de la guerra civil española contiene en su seno tal infinidad narrativa que viene a ser una metahistoria, un metarrelato. La Historia es la madre de todas las novelas y narraciones. Y esta afinidad entre Historia y novela es lo que ha sabido captar el arte gráfico de José Pablo García.
A pesar de que la Historia en general es la ciencia con mayor presencia de elementos subjetivos en su práctica, Paul Preston convence de que es posible poner coto a la subjetividad relacionando con inteligencia los hechos y exponiéndolos claramente. Así, el cómic de J. P. García refleja la equidistancia que Paul Preston practica en su análisis y descripción del conflicto armado. Una equidistancia o neutralidad que permite que los hechos hablen por sí solos y muestren la asimetría que desde el inicio caracterizó a esa guerra. Mientras la República era víctima de las políticas de no intervención de las democracias occidentales, las fuerzas rebeldes recibían refuerzos y apoyos de las potencias totalitarias del llamado Eje. Preston analiza con finura el papel desempeñado por Stalin, para nada incondicional, así como la entrega, esta sí incondicional, de las Brigadas Internacionales. Desigual fue también la represión en los dos bandos, tal y como revela el subtítulo de la obra de Preston: Reacción, Revolución y Venganza. Fue una guerra de exterminio continuado durante la postguerra, fríamente ordenado por el general Franco y por su imperio del terror. La actuación que desempeñaron los numerosos actores a la izquierda y a la derecha del fatídico escenario es también contemplada por Preston y dibujada por García.
Como corolario de esta entrada, no está de más destacar de nuevo la importante recuperación de la memoria histórica llevada a cabo por el cómic entendido como medio. A la lista de títulos importantes en este respecto como son Paseo de los canadienses, Dr. Uriel, El ala rota (y El arte de volar), Los surcos del azar, Un largo silencio, 36-39, Paracuellos, Las serpientes ciegas, El artefacto perverso, La vida es un tango..., en cuanto a los hechos de nuestro país, se suma ahora La guerra civil española, el nuevo tebeo de José Pablo García.
A pesar de que la Historia en general es la ciencia con mayor presencia de elementos subjetivos en su práctica, Paul Preston convence de que es posible poner coto a la subjetividad relacionando con inteligencia los hechos y exponiéndolos claramente. Así, el cómic de J. P. García refleja la equidistancia que Paul Preston practica en su análisis y descripción del conflicto armado. Una equidistancia o neutralidad que permite que los hechos hablen por sí solos y muestren la asimetría que desde el inicio caracterizó a esa guerra. Mientras la República era víctima de las políticas de no intervención de las democracias occidentales, las fuerzas rebeldes recibían refuerzos y apoyos de las potencias totalitarias del llamado Eje. Preston analiza con finura el papel desempeñado por Stalin, para nada incondicional, así como la entrega, esta sí incondicional, de las Brigadas Internacionales. Desigual fue también la represión en los dos bandos, tal y como revela el subtítulo de la obra de Preston: Reacción, Revolución y Venganza. Fue una guerra de exterminio continuado durante la postguerra, fríamente ordenado por el general Franco y por su imperio del terror. La actuación que desempeñaron los numerosos actores a la izquierda y a la derecha del fatídico escenario es también contemplada por Preston y dibujada por García.
Como corolario de esta entrada, no está de más destacar de nuevo la importante recuperación de la memoria histórica llevada a cabo por el cómic entendido como medio. A la lista de títulos importantes en este respecto como son Paseo de los canadienses, Dr. Uriel, El ala rota (y El arte de volar), Los surcos del azar, Un largo silencio, 36-39, Paracuellos, Las serpientes ciegas, El artefacto perverso, La vida es un tango..., en cuanto a los hechos de nuestro país, se suma ahora La guerra civil española, el nuevo tebeo de José Pablo García.