Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)
Mostrando entradas con la etiqueta Conoce a tu enemigo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Conoce a tu enemigo. Mostrar todas las entradas

viernes, 21 de marzo de 2014

Crumb, la política, la historieta


Sin embargo, las representaciones de Crumb no se avienen del todo a ser entendidas como meras fantasías masturbatorias de un perverso polimorfo entrado en años. Es decir, la imaginación de Crumb no se reduce o limita a conjurar los caprichos de su libido. Su contenido va más allá, en cuanto tiene también un alcance político que si fue calificado en su momento como contracultural, hoy puede ser descrito sin ambages como antisistema.

Me refiero por ejemplo a las historietas de Crumb recogidas en el álbum Conoce a tu enemigo.


Aquí el objeto de la representación de Crumb no es marcadamente sexual, aunque sí tiene que ver con estereotipos. Pero son de otra índole. Concretamente son estereotipos ideológicos, políticos y económicos que, en tanto que interiorizados y asumidos, actúan desde el inconsciente de los ciudadanos y cimentan su encastillamiento y manipulación como sujetos alienados.

Y de nuevo, la sobreexposición como recurso desactivador de lo reprimido.

Las expectativas de Crumb parecen apuntar a las escenas primordiales, no tanto para recuperarlas -lo que resulta imposible- cuanto al menos para proyectarlas en el espacio de la representación, antes de que se vuelvan escenas anuladas o definitivamente perdidas. Así, no es simplemente añoranza lo que transmite Crumb en su Una breve historia de América:


No debemos olvidar, con todo, que estamos hablando de Robert Crumb, esto es, de un historietista formado en la ironía, el disparate y el sentido del humor de los comic-strips clásicos (el tebeo tradicional, que diríamos aquí) y que aún ha sido capaz de proyectar esa retina sarcástica sobre aspectos importantes de nuestro presente.

Y es este profundo sentido de la historieta concebida ante todo como entretenimiento muy cercano a la mirada infantil lo que está detrás de estas palabras de Crumb en las que se disculpa a la vez que se autoparodia al finalizar ese disparate gráfico que es R. Crumb contra la Hermandad (1973):

"¡Es sólo una broma, chicas! ¡En realidad estoy de vuestra parte! ¡¡De verdad!! Esto solo ha sido una fantasía infantil de una mente enferma e inmadura... ¡Pero, pensadlo, sólo es una historieta!"