Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

sábado, 22 de agosto de 2020

El primer hombre o el último

Dependerá seguramente del ángulo de visión, pero también del bagaje con que se contemple: el primer hombre puede ser el último, o el último el primero; o tal vez no haya ni último ni primero, o incluso la existencia misma del hombre, como ser genérico, será discutible. 


Parece evidente que una de las fuentes que empleó José Lenzini para el guion de Camus. Entre justicia y madre (2016), dibujado por Laurent Gnoni, debió de ser ―pese a lo que en el texto se afirma al final de ese álbum― la novela inacabada de Albert Camus, El primer hombre, editada póstumamente en 1994. O al menos esa es la impresión que me queda al concluir el tebeo de Jacques Ferrandez, El primer hombre (2017), basado en la obra inconclusa de Camus. La biografía del escritor fallecido en 1960 se confunde con la autobiografía camuflada de su novela póstuma, interrumpida repentinamente junto a la vida del escritor. Y lo que es más, el espacio existencial  que trasparece en el cómic de Lanzini y Gnoni coincide sobremanera con lo expuesto por Ferrrandez en su versión gráfica de El primer hombre, muy lejos en ambos casos del sencillo relato costumbrista. Mi atención se centra ahora en el significado del título de la novela de Camus, sin dejar de lado las circunstancias biográficas del escritor, tan presentes en toda su obra.


El adanismo que sugiere la expresión "el primer hombre" remite a la atmósfera existencialista de la que Camus respiró. Todo hombre es el primer hombre, pues cada uno debe hacerse a sí mismo en consonancia con su mundo. La novela El primer hombre refleja así las circunstancias familiares y vitales que el protagonista Jacques Cormery, trasunto del propio Camus, pudo salvar hasta convertirse en un reputado escritor. Desde abajo, por no decir desde la nada (palíndromo de Adán).

Sin embargo, en otro sentido, lo que en la experiencia y en la obra de Camus se refleja es la imagen de "el último hombre". Al existencialismo le sucedieron el estructuralismo y las filosofías postestructuralistas, seguidas de la posmodernidad; filosofías surgidas como expresión de un tiempo, que es acaso aún el nuestro, en el que el sujeto se desvanece como foco central de imputación de responsabilidades, diluidas en los pliegues e intersticios de las múltiples redes transpersonales¹. Es este un fenómeno que coincide con el momento de la disolución del hombre como ser genérico, pero creo que seguir por esta línea de conversación, en la que asoma la cuestión de los géneros, prolongaría demasiado esta entrada.


Es indiscutible en todo caso el valor del relato de Camus. La recontextualización que en todos los órdenes se está produciendo en nuestro tiempo presente podría renovar su interés, más allá de los postulados de las iglesias y de sus discursos.

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¹ Alice Kaplan refiere en el prefacio del tebeo El último hombre, de Jacques Ferrandez, que en los alrededores del coche conducido por Michel Gallimard que se estrelló el 4 de enero de 1960 en una carretera hacia París, en el que viajaban detrás Janine Gallimard y Anne, hija de esta, y delante Albert Camus en el asiento del copiloto, se encontró intacto un maletín de cuero del escritor en cuyo interior se encontraba, entre otros objetos ―incluido un manuscrito de ciento cuarenta y cuatro páginas con el título El primer hombre― un ejemplar de La gaya ciencia, de Nietzsche. Huelga insistir en el infortunio que supuso este arrebatado accidente. 

lunes, 17 de agosto de 2020

El futuro en el presente: La muerte rosa

Las fechas de publicación de los dos tomos que componen La muerte rosa ―1) noviembre de 2018: Dentro del traje y 2) febrero de 2019: Desnudos― confirman fehacientemente que se trata de una auténtica novela gráfica de anticipación en sentido literal. Escrita y dibujada por Jaume Pallardó Segarra, la historieta nos sumerge en un escenario que, no siendo exactamente igual al que actualmente contemplamos y en el cual vivimos, debido a la Covid-19, nos resulta tan cercano que nos lleva a pensar si no será tan solo una cuestión de tiempo el que lleguen a igualarse. Esperemos que no. El futuro es una ilusión, personal y común a la vez, que se proyecta en numerosas creaciones ficticias, algunas a la postre anticipatorias. El futuro, así, se encuentra en el presente, en la imaginación de cada uno, o tal vez en el pasado, como cuando se dice que el futuro terminó en los años ochenta del siglo XX. Jaume Pallardó realizó La muerte rosa en un tiempo, el suyo, que era puro presente; nosotros la leemos en otro presente, el nuestro, tan evanescente como aquel.  


Contemplando La muerte rosa no podemos evitar acordarnos del traje de Juan Salvo, el Eternauta. Y con ello pensamos que hasta qué punto la creación original de Oesterheld y Solano no es también un relato de anticipación... y en qué sentido. Pero entramos en lo mismo, en la mera especulación. Como especulativo resulta, en el entorno de la narrativa de anticipación, pretender relacionar la fiebre rosa del tebeo de Pallardó con aquel rayo rosa que alteró el estado de conciencia de Philip K. Dick durante sus últimos años de vida. La muerte rosa es un cómic carente de elementos fantásticos; en él, la cotidianidad de las situaciones desplegadas trasciende la verosimilitud. No se ve forzado el lector en ningún momento a suspender su incredulidad ante el relato. Y es quizás por eso por lo que resulta tan inquietante. Por su cercanía o familiaridad.

Hay un par ―al menos― de motivos argumentales en la historia detallada por Jaume Pallardó en La muerte rosa que remiten a nuestra situación actual:

1) El grupo de activistas que niegan la existencia del virus e interpretan la situación de pandemia declarada como una excusa del poder político para controlar a la población.

2) La evidencia de que la situación catastrófica es vivida de manera diferente en función de la posición social y económica que cada uno ocupa en el escenario.

La muerte rosa no es un resultado de la pandemia actual, sino que la precede. Pero si el futuro es previsible en algunos de sus elementos, es porque el futuro está implícito en el presente.


lunes, 10 de agosto de 2020

Sobre la confluencia entre filosofía y cómic


La intersección entre cómic y filosofía es posible debido a la naturaleza semiósica de cada uno de estos dos ámbitos, lo cual favorece que exista una zona en la que se entrelazan ambas esferas. En el artículo titulado "Zona de intersección" me refiero a este asunto, a la vez que presento una relación de cómics editados en lengua española en los que la filosofía y el cómic confluyen en diferentes modos y grados. 



sábado, 1 de agosto de 2020

Cómic y filosofía (número monográfico)

Ilustración de Max

Dejo aquí el enlace a un número de la revista Tebeosfera (nº 14 - 3ª época) que he coordinado en torno a un tema no muy frecuentado en los medios de comunicación: el de las relaciones entre el cómic y la filosofía.