La distinción que suele hacerse entre literatura de ficción
y de no ficción, sin dejar en ambos casos de ser literatura, ha llegado también
a los cómics. De este modo encontramos en los estantes tebeos que son de
ficción y otros tantos que no lo son, siendo en todo caso tebeos.
Desde luego el empleo del arte secuencial para reflejar
situaciones reales es mucho más reciente que aquel cómic puramente de ficción
que predomina desde los orígenes de este arte.
Vamos viendo que los cómics de no ficción pueden ser
biográficos y también autobiográficos. De los que han salido hasta ahora en
este hilo, Nietzsche y Pasolini pertenecen al primer grupo,
mientras que Blankets, por ejemplo, forma parte del segundo.
También vimos que hay un paso más allá en la creación de historietas
cuando el cómic se convierte en reportaje periodístico o crónica de
acontecimientos reales. Es el caso de Joe Sacco.
En esta última corriente, la del cómic entendido como fuente
de información periodística, aunque más de estilo blog, se inscribe el
canadiense Guy Delisle (n. 1966), autor de, por ejemplo, Crónicas de Jerusalén.
Delisle se inscribe en la corriente de periodismo gráfico de
algún modo ajemplarizada por Joe Sacco. Ambos dan cuenta mediante viñetas de
una cruda realidad invisibilizada para la mayoría a pesar de los reportajes
clónicos de la televisión y de la prensa escrita. Esta es una de las sorpresas que
ha revelado el cómic en los últimos años: la posibilidad de ser un fiel testigo
de lo que sucede en lugares recónditos y conflictivos.
Sin embargo, los estilos de Sacco y Delisle son diferentes,
si bien ambos dibujan a partir de experiencias sensoriales vividas. Mientras
que el primero realiza reportajes estilo gran periodismo, el canadiense utiliza
un enfoque más personalizado, más de bloguero.
Acabo de encontrar en internet una comparación entre Sacco y Delisle que
no está mal. La copio:
Crónicas del absurdo: Delisle y Sacco
Leí uno detras de otro Palestina. En la Franja de Gaza (Joe
Sacco, Planeta DeAgostini, 2001), Notas al pie de Gaza (Joe Sacco, Mondadori,
2010) y Crónicas de Jerusalem (Guy Delisle, Astiberri, 2011). Ambos son un
acercamiento al conflicto enquistado entre israelíes y palestinos, ambos me
gustaron mucho, pero ambos son desde muchos puntos de vista rádicalmente
distintos. Algunas notas:
1. En muchos aspectos leer a Delisle y a Sacco es como
enfrentar un soneto de Garcilaso y otro de Góngora, o para ser más exactos –y
así ya voy desvelando mis preferencias–, uno de Garcilaso y otro de un imitador
de Góngora: claridad frente a oscuridad, sencillez y densidad. Casi el locus
amoenus frente a la selva tormentosa.
2. Confróntense ambas páginas, elegidas casi al azar:
(Hay dos imágenes
respectivas de Sacco y de Delisle)
La de Sacco (derecha) no respira, no hay huecos, es un
prodigio de aprovechamiento del espacio para recargarlo de información tan
relevante como agotadora; la de Delisle está llena de fugas de luz, de blancos,
de silencios que también transmiten.
3. El planteamiento de ambos define el resultado final:
Sacco es periodista, profesional de la información, y su objetivo es elaborar
un reportaje completo, exhaustivo, busca activamente y urga y excaba. Delisle
es un turista, curioso, hábil, pasmado y dispuesto a integrarse en la sociedad
que le acoge. Una crónica periodística frente a un diario de viaje.
4. Sacco y Delisle son a la vez autores y personajes, soy
consciente: hablo de ambos.
5. El maltés es sarcástico y el canadiense irónico.
6. La figuración de los dos dibujantes es paródica, pero
mucho más agresiva la de Sacco, y más fotográfica a un tiempo.
7. El canadiense es cívico, el maltés político.
8. Y la visión de ambos es complementaria: Sacco nos ayuda a
entender el conflicto político, bélico y civil: la trágica y desigual guerra
constante y sin futuro entre palestinos e israelíes; Delisle nos da una visión
más amable, más de la vida cotidiana de ciudadanos que sufren el conflicto más
secundariamente, pero que lo apoyan, confrontan y padecen. Y ambos dibujan
historias de lo que se vislumbra como la zona más absurda del planeta.
Marcos Taracido, 10 de mayo de 2012
Yo añadiría que la mirada de Delisle está mucho más cerca de
Marjane Satrapi, la autora de Persépolis. Hay cierta ironía y sentido
del humor en su denuncia, lejos de la crudeza de Sacco.