No solo de la guerra vive Jacques Tardi. Ni el grueso de su
extensa obra se caracteriza por la escasez textual. Más bien al contrario. A Tardi se le considera un
autor sumamente literario. Y es cierto que en la irrupción y desarrollo de la
novela gráfica en Europa Jacques Tardi ocupa un lugar de privilegio.
Como ya hemos ido viendo en este hilo, la primera generación
de postguerra (tras la II GM) fue la que rompió de manera contundente con la
herencia recibida en casi todos los órdenes de la vida individual y colectiva,
esto es, el orden político, cultural, familiar, sexual, estético, gestual, dietético...
Fue la generación que en EEUU protagonizó la lucha por los derechos civiles, el
verano del amor y todo aquello. En Europa, fenómenos como la primavera de
Praga, el mayo del sesenta y ocho y el pop londinense resumen e ilustran la
fuerza de aquella eclosión. Obviamente, de la nada nada viene; y por tanto, una
atenta mirada percibe que esos cambios sesenteros tenían raíces profundas
procedentes del periodo anterior. Materia para los estudiosos de la historia.
Lo que aquí nos interesa destacar es que uno de los fenómenos culturales y
artísticos intrínsecamente asociado a la nueva época inaugurada entonces fue
precisamente el cómic. También la música electrónica, sin duda. La decisión de
conectar mediante pastillas, cables y amplificadores los instrumentos musicales
-no solamente las guitarras- a la electricidad es indisociable de los aires
renovadores de aquella generación. Pero en este hilo nos intentamos centrar en
el cómic...
La historia del cómic -de los cómics-, entonces, tuvo un
punto de inflexión cuando aquella primera generación de postguerra se incorporó
a esta praxis (o poíesis, más bien) de la literatura dibujada.
Jacques Tardi, en Europa, fue uno de los entonces jóvenes
que irrumpieron en el ámbito del cómic aportándole a este una nueva frescura y
creatividad.
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