El acceso del cómic a la mayoría de edad consistió, pues, en
considerar la historieta como una forma de literatura. Pero esto no significaba
confinar el tebeo al terreno de la ficción, por adulta que esta sea. Igual que
hay literatura de ficción y hay literatura de no ficción, eso mismo sucede con
los cómics. Y también con el cine, por cierto.
Generalmente se entiende que las artes narrativas como el
cómic y el cine -y la literatura en general- abandonan el terreno de la ficción
cuando se ponen al servicio de una causa, dando con ello, quizás, a entender
que la fabulación carece de causa. Pero no se trata ahora de indagar en ese
espinoso asunto que concierne a las causas de la ficción y mucho menos indagar en aquel
otro de la ficción de las causas.
Ha muerto un hombre (Un homme est mort. Livre,
2006) es un álbum de bande dessinée guionizado por Kris (Christophe
Goret, n. 1972) y con el dibujo a cargo de Étienne Davodeau (n. 1965).
Un homme est mort es también el título de una
película de 1950 filmada por René Vautier e irremediablemente desaparecida.
Hablar aquí ahora del contenido y de las vicisitudes de ese filme sería
contarles el cómic de Kris y Davodeau, ya que este tebeo trata precisamente de
eso. Únicamente apunto que René Vautier pertenece a la estirpe de los
realizadores comprometidos, siendo el suyo un trabajo de primer orden
de cinéma engagé.
Pero además, Un homme est mort es un poema
de Paul Éluard publicado en 1945, cuyo título original es «
Gabriel Péri ».
Finalmente, Un homme est mort es la versión del poema
de Éluard recitada una sola vez y de un modo original por el obrero Petit Zef
durante la última proyección del film de Vautier.
Un hombre ha muerto es entonces un cómic que aúna
historia, política, cine, documental, poesía... No será desde luego ficción.
Pero es literatura gráfica de la buena. E ilustra por sí ese dictum que
afirma que hay ocasiones en las que la realidad supera con creces a la mejor
ficción. Y lo hace, además, transmutando el arte en realidad y la realidad en
arte.
30.11.2014
Hay artificio, poético y retórico, cuando Kris y Davodeau
deciden contar en su cómic -Ha muerto un hombre- no los hechos que
sucedieron en Brest en 1950, sino la historia de una película perdida de 1950,
realizada por René Vautier, acerca de esos sucesos acaecidos en Brest.
Poética y retórica. Artificios literarios. A disposición del
cómic.
Sea este de ficción o de no ficción.
René Vautier |
Maravillosa comic, es una forma de expresar sentimientos de solidaridad, amor, pasión ante las amenazas constantes de empresarios inhumanos . ¡Felicitaciones ! Nos acercan a épocas desconocidas por la mayoría y muy importantes para seguir el camino exigido por la Humanidad
ResponderEliminarExcelente película
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