Salud y tebeos

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Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

jueves, 13 de noviembre de 2014

Ernie Pike


En 1957, el guionista H. G. Oesterheld y el dibujante Hugo Pratt iniciaron en la revista mensual argentina "Hora Cero" una serie de historieta bélica titulada Ernie Pike. Pratt colaboró en esta serie durante cinco años, hasta que en 1962 abandonó Argentina trasladándose a Europa. En total, dibujó en ella treinta y cuatro capítulos o historias de guerra. La serie continuó con diversos dibujantes argentinos (Solano López, Alberto Breccia, José Muñoz, Juan Giménez, entre otros) -aunque siempre al servicio de los guiones de Oesterheld- hasta 1976, llegando a incluir varios capítulos sobre la guerra de Vietnam. 

El planteamiento de la serie es sencillo. Ernie Pike es un corresponsal de guerra, parece que inspirado en el real Ernest Pyle, un periodista norteamericano fallecido en 1945 en la batalla de Okinawa. A través de sucesivos episodios autoconclusivos, Oesterheld no describía hazañas bélicas al uso, sino que intentaba presentar "el lado humano" de la guerra, las vicisitudes de unos hombres -y mujeres- en situaciones extremas en las que se disolvía la dicotomía entre buenos y malos. Por decirlo de algún modo, la serie Ernie Pike utilizaba el escenario bélico con un claro propósito antibelicista. Es el mismo humanismo que Oesterheld proponía en la serie Sargento Kirk, contribuyendo con ello a extender una nueva mirada que acabó renovando los géneros, tanto el western como el bélico. 


En la primera página del primer capítulo de la serie Ernie Pike, titulado "Francotiradores", leemos las siguientes palabras:

Quizá sea un relato amargo, pero creo que vale la pena leerlo. Un relato que mira a la realidad a la cara sin falsos pudores... Con todas sus miserias, sin buenos ni malos... pero con un protagonista odioso, cruel e infame... Más que cualquier otro: ¡La guerra!


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