1978 fue el año de publicación en Estados Unidos de
Contrato con Dios, de Will Eisner. Esta obra era presentada por su autor
como a graphic novel. Y su salida a la luz es considerada ya tópicamente
como el nacimiento de eso mismo, es decir, de la novela gráfica.
Ese mismo año, en febrero, apareció en Francia el primer
número de la revista francesa (À Suivre) ((Continuará)). En el
artículo editorial de este primer número, Jean-Paul Mougin escribía:
"Con toda su densidad novelesca, 'À Suivre' será la
invasión bárbara de la 'bande dessinée' en la literatura."
Esta declaración de Mougin ha sido también traducida como
"La irrupción salvaje del cómic en la literatura" y encierra en sí
misma un manifiesto.
El Sumario de este primer número de (À Suivre) lo
encabezaba "Le Pays Clos", con guión de Jean-Claude Forest y dibujos
de JacquesTardi, anunciado como primer capítulo de Ici Même. Esta
primera entrega, junto a las doce que siguieron consecutivamente en sendos
números de la revista, fueron recopiladas en un solo volumen de unas doscientas
páginas que fue publicado en 1979 con ese título: Ici Même.
Más abajo en el orden del Sumario de ese primer número de
(À Suivre) se ofrecía también "Las linternas rojas", de Hugo
Pratt, anunciado como primer capítulo de Corto Maltés en Siberia.
No deja de ser una curiosidad cronológica el hecho de que
"la irrupción del cómic en la literatura" se produjera a ambos lados
del Atlántico en el mismo año, 1978. Con ello se certificaba de una vez la
mayoría de edad del tebeo.
Con todo, puestos a buscar, entre el cómic americano y el
cómic europeo se pueden encontrar si se quiere las mismas diferencias que se
hallan entre la literatura americana y la literatura europea. Unas diferencias
que son cada vez más borrosas en consonancia con la mundialización cultural.
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