A grandes rasgos, entonces, según vamos viendo, diferentes tendencias contribuyeron a que el cómic dejara
de ser "una cosa de chicos" y adquiriera su definitiva mayoría de
edad.
Todo ello tuvo lugar a finales de los cincuenta y en la
década de los sesenta pasados, cuando tantas novedades incidieron en la
realidad.
En América, el tebeo underground (Crumb, Green) introdujo
las libertades temática y narrativa junto con el elemento autobiográfico. El
Will Eisner que surgió a partir de Contrato con Dios recogió esta
influencia.
En Europa, por su parte, el proceso fue, por así decir, más literario. Lo veremos.
La historieta de Oesterheld dio a la aventura un significado
humanista, moral, existencialista. En
ese sentido, renovó la literatura ilustrada de género. Corto Maltés y Frank
Cappa representan un nuevo tipo de héroe surgido de esa renovación.
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