Makoki fue un fenómeno característico de la
contracultura española que ocupó una buena parte del último cuarto de nuestro
peculiar siglo XX.
Las historietas de Makoki vieron la luz en diferentes
publicaciones de la época. Fue tan popular esta serie, que sus autores crearon
una efímera revista con el nombre del personaje.
En sentido estricto, la primera historieta de Makoki:
"Revuelta en el frenopático", basada en un relato de Felipe Borrallo, apareció en 1977, en la revista Disco
Exprés y desapareció en 1994, con "La muerte de Makoki" inserta
en la revista Viñetas. De los guiones se encargaba J. Mediavilla, mientras que el dibujo era obra de M. A. Gallardo. Recientemente ha sido publicado un tocho de más
de 550 páginas titulado Todo Makoki. Es una buena ocasión para rememorar
lo que fue este fenómeno. (Lo único lamentable de esta edición es lo reducido
de su formato. Hay que recurrir a la lupa para disfrutarla.)
El prólogo de Todo Makoki corre a cargo nada menos
que de Antonio Escohotado bajo el título: "El recuerdo y los
recuerdos". Nos da así Escohotado la ocasión de enmarcar el fenómeno
Makoki en sus correspondientes coordenadas no solamente sincrónicas, sino
también diacrónicas.
Desde la perspectiva sincrónica escribe Escohotado:
En la escena primordial [se refiere a "Revuelta
en el frenopático"] había reminiscencias de 'Alguien voló sobre el nido
del cuco', y en la grafía y el espíritu préstamos del genial Robert Crumb y el
simpático Gilbert Shelton, con sus melenudos Freak Brothers. Pero la
originalidad importaba menos que izar la bandera de una contracultura tejida
por tribus de insumisos surgidos aquí y allá, unos asistiendo a clases de
García Calvo y otros atraídos por Mayo del 68 y Woodstock.
Inmediatamente a continuación, el prologuista enlaza esta
situación con una perspectiva diacrónica:
Al fin y al cabo, solo de los Pirineos para abajo hubo un
anarquismo capaz de transformar la vida pública y privada. En 1872 fulminó la
primera República con su rebelión cantonalista, en 1909 estuvo a punto de
conquistar Barcelona y en 1936 cargó sobre sus hombros buena parte de la guerra
civil.
Es decir, desde la mirada que el paso del tiempo confiere,
Makoki se nos revela como un fenómeno que aunó el movimiento
underground típico de su época con la corriente anarquista que corre por
las venas de la sangre de nuestra historia.
Pero hay más. Yo añado que el absurdo de las situaciones, la
marginación de los personajes y la violencia que desprenden las viñetas de
Makoki no están muy alejadas de la tradición tebeística española, singularmente
encarnada en la escuela Bruguera en general y en las historietas de Ibáñez en
particular.
Y bueno; el humor, el despipote y la pimporrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario