Hacia finales de los setenta del siglo pasado, Fernando
Savater publicó uno de sus libros más conocidos: La infancia recuperada:
El título se inspira en una frase de Georges Bataille: La
literatura es la infancia finalmente recuperada.
Y en efecto, Savater habla en esa obra de los libros que le
cautivaron en su infancia y juventud. Libros de aventuras, fantásticos, de
misterio, de narrariva pura al servicio de la imaginación.
Para otros adultos, también el cine puede ser su infancia
recuperada. O la televisión. Tampoco me extrañaría que para la generación de
nuestros hijos, algún día alguno hable de Nintendo, de Sega o de PS como siendo su
infancia recuperada.
A mí se me ocurre que para nuestra generación, además del
cine, el tebeo y el cómic son la infancia finalmente recuperada.
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