Cuando Will Eisner contaba con sesenta años cumplidos y tras
una vida dedicada a la producción de historietas, dio un vuelco a su carrera
mediante la publicación de Contrato con Dios.
Con esta obra, Eisner no solamente revitalizó su propio
arte, sino que además le otorgó al cómic la definitiva mayoría de edad. Sin ir
más lejos, hay bastante unanimidad en considerar Contrato con Dios como
"la primera novela gráfica de la historia". La misma expresión
"novela gráfica" (graphic novel)se la debemos al propio Eisner.
Así presenta Will Eisner su Contrato con Dios:
"En 1978, inspirado por la obra de ciertos artistas
gráficos experimentales como Otto Nückel, Franz Masereel y Lynd Ward, quienes
en los años treinta del siglo XX publicaron novelas serias narradas mediante
dibujos a los que no acompañaba ningún texto, intenté realizar una obra
importante a través de un medio artístico similar. Intenté inútilmente que una
gran editorial diera su apoyo a esta empresa, y para llamar su atención lo
llamé "novela gráfica". Se trataba de un compendio de cuatro
historias, basadas en mis recuerdos, que tenían lugar en un mismo edificio del
Bronx. El título del libro, que tomaba el nombre a su vez del título de la
historia principal, se convirtió en Contrato con Dios."
Aunque a Eisner le costó encontrar editor para esta obra, lo
cierto es que desde entonces no ha parado de reimprimirse y de ser traducida a
diferentes idiomas.
Igualmente, el impacto y la influencia de esta obra de
Eisner en los mejores autores de cómics es más que considerable. Por ejemplo,
Frank Miller, el autor de Sin City y de 300 ha escrito:
"Contrato con Dios nos mostró a los dibujantes
el tremendo potencial del cómic, tan incomprendido y difamado."
Ahí es nada, lectores.
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