Gran Hotel Abismo no es el nombre de la pensión infinita que Calpurnio concibe en Mundo Plasma. De hecho, poco o nada tiene que ver el nuevo tebeo del creador de Cuttlas con este otro también reciente de Marcos Prior y David Rubín cuyo título, tal y como se indica en una cita al comienzo del libro, es una poderosa metáfora de origen intelectual. Bueno, de origen intelectual pero de significado y alcance netamente político:
"[Lukács] decía: 'Adorno, como los pesimistas supuestamente de izquierdas, viven en el gran hotel abismo'. Es decir, un abismo que resulta que es un gran hotel, en el que a uno le dan todo servido y con lujo." Manuel Sacristán, Seis conferencias.
De igual modo, el "Aviso importante" que los autores incluyen en la página de créditos inicial de Gran Hotel Abismo advierte al lector de la finalidad política de esta obra.
Pero le elección de una metáfora como título y guía de la narración, junto al hecho obvio de que el vehículo de la misma es un medio artístico -el cómic-, supone que GHA no es un mero tratado político (por más que pueda estar orientado hacia la acción política). El planteamiento político de Gran Hotel Abismo no se agota en la linealidad que hoy por hoy predomina en los discursos de esa índole. Más bien al contrario, la presentación de la historia que cuentan Prior y Rubín está trufada por una reflexión de calado acerca de las concomitancias entre la Política y el Arte. En concreto, Th. A. Wiesenground, uno de los personajes que aparecen en el cómic, se refiere a la utilidad del Arte como consuelo para el ateo y esperanza para el revolucionario. Y un libro de renombre del tal Wiesenground es nada menos que "No nos representan. Tratado de Arte y Política en tiempos convulsos".
En principio, el reparto de papeles entre Marcos Prior y David Rubín en la elaboración de Gran Hotel Abismo es claro: Prior en el guion y Rubín en los lápices, tinta y color. Solo que, en el capítulo de extras de GHA, descubrimos que el trabajo de ambos autores no está tan compartimentado; algo que empieza a ser corriente en tebeos actuales hechos en colaboración.
A mí este cómic me ha traído a la mente La insurrección que viene (L'insurrection qui vient), un manifiesto redactado y firmado por cierto "Comité invisible" y traducido y publicado aquí en 2009. Se trata de una exposición militante que reúne a Rimbaud con la tradición anarquista heredera de La Commune y con un análisis del poder capitalista postindrustrial , todo ello puesto en forma para una escritura política por lo menos vibrante.
Pero también, en cuanto cómic, son llamativos en GHA ciertos elementos del tebeo superheroico (la figura de El Animador, p. e.) y sobre todo de Frank Miller (TDK, 300), entre otras reminiscencias (Tyler Durden). Anteriores historietas de Marcos Prior: "El experimento Nueva York" y de David Rubín: "La demolición", publicadas ambas en la antología de novela gráfica Panorama (2013), prefiguran de algún modo este Gran Hotel Abismo. Por decirlo así, este último trabajo se encuentra en las líneas respectivas de sus autores.
Igual que hay, en fin, un arte que adormece, hay también un arte que despierta. El propósito de Prior y Rubín se inscribe en el segundo. Apela a la transformación de la sociedad. Nadie sabe. después de todo, lo que nos reserva el porvenir.
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