Salud y tebeos

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Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

domingo, 16 de agosto de 2015

Max y las fuentes

En mayo de 2011, el Instituto Cervantes presentó en el MuVIM de Valencia una exposición retrospectiva e itinerante titulada Max, Panóptica (1973-2011). En ella figuraba una ilustración de Max que el libro-catálogo de la exposición recoge con el título "Mapa Mental Bardín, Inédito, 2008" (con lo cual, al estar publicada en el catálogo, dicha ilustración deja de ser inédita). Es esta:


El mismo catálogo recoge en dos páginas dobles otra ilustración de Max correspondiente a Hipnotopía, una exposición anterior del dibujante inaugurada en Palma de Mallorca en junio de 2008. La ilustración recoge lo que podríamos describir como La biblioteca de Max. Un fragmento de la misma es este: 


En ambas ilustraciones, Max enseña, por así decir, sus fuentes; son las referencias intelectuales y artísticas que amueblan su mente ('espíritu', se decía antes) y alimentan su obra. 

La primera de estas ilustraciones tiene por título "Mapa Conceptual del Mundo Bardín". Si bien Max ha precisado alguna vez que Bardín y él son dos y no uno, aunque en ocasiones están de acuerdo, yo creo que esta es una de esas ocasiones. No creo que el mapa mental de Bardín sea muy diferente del mapa mental de Max. 


La dilatada carrera de Max como dibujante e historietista comenzó prácticamente en su adolescencia, en los años setenta pasados. Ni la biblioteca del autor ni su mapa conceptual o mental serían entonces los mismos que en 2008, ni los mismos que ahora, en 2015. Max no ha dejado de incorporar y absorber referentes culturales mientras iba desarrollando su obra: trabaja y estudia a la vez, se puede decir. Y es por eso por lo que se aprecia una evolución progresiva en sus diferentes etapas, medidas por décadas. 

Podemos jugar observando ambas ilustraciones, estableciendo significados entre las asociaciones que se representan, ensoñando al amparo de su atmósfera sugerida, etcétera. Podemos interpretar sin parar. Pero cabe también apuntar otra cosa. Las bibliotecas y los mapas mentales no bastan para singularizar una obra. Con los mismos significados y asociaciones representadas, bajo la misma atmósfera y a pesar de las interpretaciones, se pueden realizar plasmaciones distintas. Ese es el secreto del arte. Se basa en la ejecución. Los pensamientos suelen ser colectivos, del común. Las ejecuciones, en cambio, siempre son singulares. Únicas. Las obras de Max son originales de Max, por más que sus fuentes sean más o menos universales. Es lo propio de los artistas.

Max es, en cierto modo, la cabeza gráfica de nuestra generación. Algo así decíamos en el post dedicado a su sombra. Sus fuentes son más o menos comunes entre muchos otros. Sin embargo, no todo se reduce a las fuentes. El arte siempre va más allá. No solo por la combinatoria. Sino, sobre todo, por la realización, plasmación o ejecución de unas obras que son singulares o únicas. 

Ahora bien, a modo de ilustración, siempre queda interesante visualizar unas fuentes y los vínculos entre ellas. Es una representación de etiquetas que no están vacías. 

Aunque, como suelo decir, las etiquetas sirven tanto para orientar como para lo contrario. 

La verdadera fuente es uno mismo. Las demás son añadidas. 

El deseo, en fin, es previo a las fuentes. 


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