Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

martes, 27 de diciembre de 2022

El asunto Medea


Tras hablar el otro día aquí de Las mujeres troyanas, la versión en cómic de la tragedia de Eurípides, realizada por Anne Carson y Rosanna Bruno, cae ahora en mis manos otro cómic centrado también en desgranar de manera existencial un mito femenino. Se trata de Medea, escrito por Blandine Le Callet y dibujado por Nancy Peña, una recopilación en tresciuentas páginas de los cuatro álbumes de bande dessinée que las autoras publicaron entre 2013 y 2019 (La sombra de Hécate, El cuchillo en la herida, La esposa bárbara y Carne y sangre). Así pues, en esta ocasión no estamos ante la versión gráfica de una tragedia clásica (las Medea de Eurípides o la de Séneca), como ocurre en Las troyanas de Carson y Bruno, sino que lo que plantean Le Callet y Peña es una reconstrucción en narración figurativa de la historia de un personaje tan inquietante como mítico, esto es, una de las vidas posibles de Medea. El volumen se complementa con un apéndice en el que, a modo de Abecedario, las autoras revelan las fuentes de su inspiración, las libertades que se han tomado sobre el personaje y el sentido de su producción. 

A mí me da la impresión de que el imaginario construido en torno a Medea es un arquetipo que se encuentra en realidad en el inconsciente masculino, lo mismo si acaso que Edipo, aunque en otro orden. Resulta innegable la fuerza y el vigor de semejante personaje, Medea de Cólquida, en el que se proyectan cantidad de temores humanos ―viriles mayormente― ante una imaginada "mujer fatal". Como se indica en algún lugar de este volumen, sorprende que tantísimas atrocidades de la historia de la humanidad caigan en el olvido, y sin embargo "el asunto Medea" permanezca de un modo u otro en la memoria colectiva. 

Bienvenidos, en fin, sean los cómics que recrean los fantasmas colectivos de una forma tan atractiva, y más aún si sirven para expulsarlos o cuanto menos relativizarlos. 


viernes, 23 de diciembre de 2022

Inteligencia natural, inteligencia artificial (IN - IA)

No hay una sin la otra. Es la inteligencia humana la que fabrica la inteligencia artificial, y mientras está no se autorreplique (en cuyo caso pasaría a ser natural), dependerá del factor humano. Otra cosa es la cuestión de la pérdida, no tanto de puestos de trabajo, que también, sino de habilidades manuales. Cada vez usamos menos las manos ―en nuestro caso para escribir, para dibujar― y más los dedos adaptados a lo digital. No hay progreso tecnológico sin relego de habilidades. Reciclarse, entonces, es aprender a utilizar los artilugios digitales. Una pérdida, ya digo, de ejercicio práctico. 

¿Quién sale ganando en todo esto? Los que más, los fabricantes y vendedores de cachivaches o dispositivos, de su hardware y de su software. Una nueva recomposición social, que en realidad nunca para, sobreviene. Que nos pille prevenidos. Eso sí, los que sean capaces de conservar las habilidades perdidas, podrán tal vez sacarles partido. Véase con el ejemplo de la cocina, hoy llamada gastronomía y hasta arte culinario. 

Habrá literatura realizada con Inteligencia Artificial, igual que habrá cómics y novelas gráficas elaboradas así, obras consumidas por un público perfectamente adaptado. Pero quien conserve, creo yo, la habilidad ―el arte― de escribir y de dibujar, podrá (no sin esfuerzo, como antaño) no solo salir adelante, sino además contribuir al avance extraordinario de las artes y las letras. 

David B. Los fantasmas


domingo, 18 de diciembre de 2022

Teatro gráfico: Las mujeres troyanas

Una nueva maravilla de teatro gráfico nos la ofrecen nada menos que Anne Carson, en el guion, y Rosanna Bruno, en la puesta en imágenes: Las mujeres troyanas


Se trata de una versión en lenguaje gráfico (la expresión "un cómic" figura en la cubierta, pero la justifican sus páginas) de Las troyanas, la tragedia de Eurípides que escenifica uno de los desenlaces más contundentes ―para el momento de la representación (415 a.n.e.) y para el momento actual― de la victoria aquea (los griegos) sobre los troyanos, una vez finalizada la guerra de Troya. Lo más destacable, desde mi punto de vista, es que  Anne Carson y Rosanna Bruno consiguen mostrar un núcleo dramático tan vigente hace veinticinco siglos como ahora. Y lo hacen poniendo al día, en lenguaje de cómic, una tragedia clásica del medio teatral. Esto es posible gracias al desarrollo alcanzado por el arte y la industria de la historieta en la era de la hibridación transmediática. 

Junto al valor que supone la vigorización de una historia que sigue ahí, se encuentra el valor pedagógico o didáctico que conlleva el poder leer a Eurípides hoy sin que se nos caiga de las manos y, con ello, despertar o quizás aumentar el conocimiento de la actualidad y vigencia de los clásicos. 

(Continuará)

sábado, 10 de diciembre de 2022

Poder absoluto (de Galactus a El fuego)


Seré breve. Cuando tenía doce o trece años conocí gracias a los tacos de Vértice la historieta de Galactus y su heraldo (Estela Plateada entonces, Silver Surfer hoy). Fueron Stan Lee y Jack Kirby los artífices de esta saga de Los 4 Fantásticos (Fantastic Four hoy). Entonces conocí directamente lo que es el poder absoluto, ante el cual los mortales al uso nos encontramos indefensos. Nada es posible frente al poder de Galactus, así lo sentí. [Debo aclarar que para mí el poder, siguiendo en esto a John Locke, se mide por la capacidad que un cuerpo tiene para afectar o modificar a otro cuerpo]. Era demasiado joven, pero entendí el poder ―también― de la ficción para alterar la conciencia de los que acceden a ella.  


Hace poco recordé la historia de Galactus al leer Cosmic Detective, de Jeff Lemire, Matt Kindt y David Rubín. En él aparecen viajeros de las galaxias que se alimentan de planetas cuyos habitantes se encuentran en principio incapaces de responder al envite. (Ese es, por cierto, el mayor homenaje a Jack Kirby que yo encontré en Cosmic Detective, incluyendo el dibujo y el color de Rubín). 


La experiencia del poder absoluto, tal y como yo lo entiendo, me ha venido de nuevo al leer El fuego, esta vez de David Rubín como autor completo (de El héroe hablaremos otro día). ¿Qué pintamos los humanes ―como decía Jesús Mosterín― ante la real posibilidad de un impacto sobre el planeta Tierra de un meteorito cuyos parámetros son descomunales? 

Mientras solo sea una ficción, el poder absoluto es manejable siempre que dé pie para relatos y para el desarrollo de habilidades artísticas. Otra cosa es cuando se convierte en sustento de fantasías incontrolables y paranoias o psicosis de toda índole. Pero como ficción, el poder absoluto funciona. 


viernes, 2 de diciembre de 2022

'McCay', novela gráfica


Con guion de Thierry Smolderen y dibujo de Jean-Philippe Bramanti, McCay es una historieta (una bande dessinée) publicada inicialmente en cuatro álbumes y finalmente agrupada en un solo volumen para configurar lo que los autores entendieron desde el principio como una novela gráfica. Inédita en nuestro idioma, conjuga eficazmente los regímenes biográfico y fantástico. Dejo un enlace de mi reseña sobre McCay