Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

viernes, 28 de octubre de 2022

Angoulême, mon amour


La función autonímica señalada por Antonio Altarriba, según la cual la historieta puede generar su propio universo de referencia, encuentra en Último fin de semana de enero (Bastien Vivès, 2022) una versión escénica. Se trata aquí de la historieta como medio, como ambiente y escenario. En concreto, es el Festival Internacional de la Historieta de Angulema (celebrado en las fechas que el título indica) el que acoge como marco en este cómic una historia que recuerda quizás a Un hombre y una mujer, la película de Claude Lelouch estrenada en 1966 (en la que también otro medio, el del cine en este caso, desempeña cierto papel en el relato). Pero la recuerda solo en ocasiones. El tebeo de Vivès es tan autónomo como lo es el mundo de la historieta en que se desarrolla este cómic. 

Como es propio en las historietas de este autor, en Último fin de semana de enero destaca la eficacia narrativa de sus imágenes. Palabras las justas, aunque muy bien trabadas con el dibujo. Y un curioso tratamiento de la luz que ilumina eficazmente incluso los espacios oscuros. En cuanto a la historia, qué quieren que les diga. Como historia, es un dejà vu, pero esto es lo de menos. Lo que importa es la puesta en obra del relato por la vía del cómic... y la emoción que este mismo transmite mediante el arte de Vivès. 


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