Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

sábado, 21 de agosto de 2021

Maridaje Pulp

Tebeos (cuadernos de historietas) y bolsilibros (o novelas de a duro) conformaron la literatura de kiosco predominante en España entre los años cuarenta y ochenta del siglo pasado. Fueron dos manifestaciones de cultura popular caracterizadas por su elaboración y consumo rápidos, sus considerables tiradas, su bajo precio, su diversificación por géneros, su ausencia de pretenciosidad… Eran la versión hispana de lo que más adelante sería conocido entre nosotros como pulp fictions, en alusión también a su formato o soporte físico. 

Es obvia la diferencia formal existente entre tebeos y bolsilibros, o entre historietas y novelitas, pero también se diferenciaban entonces por la edad del público al que en principio se dirigían. Sus respectivos imaginarios, sin embargo, igual que las condiciones de su producción, conectaban hasta el extremo de permitir que un mismo escritor o escritora (como fue el caso de Vic Logan, pseudónimo de María Victoria Rodoreda), o un mismo dibujante (como el autor de historietas y portadas de novelas Lozano Olivares) cultivasen ambos terrenos productivos con naturalidad. La editorial Bruguera focalizó esta conexión, ya que fue una empresa puntera en la publicación tanto de tebeos como de bolsilibros (de hecho, parece que el mismo término 'bolsilibro' procede de esta editorial). 

Un salto cualitativo importante se ha producido, se está produciendo, tanto en la concepción de los tebeos como en la consideración de los bolsilibros. En el primer caso, el formato novela gráfica se suma a la mayoría de edad del público al que se dirigen las historietas (lo que no significa que se haya implantado una sustitución, o que todo cómic o historieta pase a ser novela gráfica). En el segundo caso, los bolsilibros están despertando un interés orientado, más que a una difícil reactivación editorial (el tiempo es irreversible, aunque siempre haya cierto mercado), a la recuperación del dignísimo capital humano que se involucró en la escritura y realización de los bolsilibros. 

Pulp, Los tiempos heroicos es un cómic (así se describe en la cubierta) de Jordi Pastor que recoge este doble salto cualitativo en las dos manifestaciones señaladas. En lenguaje de historieta, a modo de novela gráfica, Jordi Pastor se centra en el factor humano y en algunos de los protagonistas de los bolsilibros, a la vez que construye un sentido relato que trasciende la historia. 

Es por esto por lo que titulo esta entrada así: "Maridaje Pulp". 


En el sustrato del cambio al que me refiero, y supongo que en las representaciones proyectadas en Pulp, se halla el intento de superar la contradicción existente entre el éxito mayoritario de 'lo popular' frente al más minoritario aprecio de 'lo culto', una contradicción que la distinción entre 'alta' y 'baja' cultura pretendía encubrir y que la historia del cómic, por cierto, ayuda a disolver. De un modo más genérico, la aceptación sin ambages del término cultura popular ha servido para reconciliar los dos polos de aquella oposición (los dos epílogos de Pulp, el de Hernán Migoya: "Nostalgia de un maltrato" y el de Xavier T. Bowman: "Ensalcemos ahora nuestros sueños de pulpa", apuntan en esa dirección). Es una superación que se apoya, sin duda, en la pujanza económica que hoy comporta 'lo popular', y es ahí donde reside su fuerza quizás momentánea. 

No echemos, pues, las campañas al vuelo. Ojalá Pulp se encontrase algún día en las listas de superventas en cómic, pero no sé si sucederá. El mismo Jordi Pastor parece albergar esta duda, tal y como se observa en cierta ficción de su historia. La dialéctica establecida entre lo popular y lo impopular dista mucho de estar resuelta, sobre todo cuando en esta oposición se utiliza el mercado como criterio de valoración. Y más todavía, cuando es obvio que dicho mercado se encuentra determinado por tantísimas condiciones de producción, distribución y consumo. Aun así, popular o no, me parece que Pulp, Los tiempos heroicos es un bien cultural de primer orden. 


En el orden personal, yo no podía dejar de prestar atención a este trabajo de Jordi Pastor. Lo explico en este enlace. 


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