Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

lunes, 15 de marzo de 2021

Vidas cruzadas (1)

Hay espacios de posibilidad o geografías existenciales ―habitadas por gentes con especial determinación― que suministran parecidos de familia entre situaciones distantes. Una de esas geografías, en un preciso sentido histórico y cultural, pero sobre todo anímico, es la configurada por cuatro biómics que caracterizan un escenario físico y mental, el correspondiente a las vanguardias artísticas y políticas que alimentaron el primer tercio del siglo pasado y aún perviven, al menos en cuanto imaginario. Me refiero a El Ángel DADÁ (2017), de Francisco González Viñas y José Lázaro; Kiki de Montparnasse (2007), de Catel & Bocquet; Modotti (2003-2005), de Ángel de la Calle, y Lee Miller. Cinco retratos (2021), de Eleonora Antonioni. Son cuatro cómics respectivamente centrados en cuatro biografías de mujeres: Emmy Ball-Hennings (1885-1948), Alice Prin (1901-1953), Tina Modotti (1896-1942) y Elizabeth Miller (1907-1977). [Otro tebeo: Un verano insolente (2009-2010), de Rubén Pellejero y Denis Lapière, recoge un corto periodo de la vida de Tina Modotti.] 


Pese a las enormes diferencias ―de concepción gráfica sobre todo― evidentes en estas cuatro biografías, las remisiones entre ellas abundan. En el caso de El Ángel DADÁKiki de Montparnasse y Lee Miller, debido a los secundarios comunes (artistas del periodo) que en las tres aparecen. Entre Modotti y Lee Miller, por estar protagonizadas respectivamente por dos representantes fundamentales de la historia de la fotografía, aunque la carrera de Miller empezó prácticamente cuando la de Modotti como fotógrafa terminaba. Por su parte, los cuatro tebeos reflejan la incidencia de las cuestiones de clase (la cuestión de los orígenes sociales) en el desarrollo y final de las consiguientes actividades de las protagonistas. Son mujeres las cuatro, y conocieron de un modo u otro a notables referencias del mundo del arte (personajes masculinos, por cierto), pero la distancia económica que hay entre una flapper a lo Fitzgerald como Lee Miller, por un lado, y Emmy, Kiki o Tina, por el otro, es determinante de sus consiguientes carreras. 

Son tales, en fin, las diferencias que alimentan la riqueza de cada uno de estos cuatro (o cinco) títulos, que un comentario por separado y pormenorizado de ellos está más que justificado. Ahora solo quería señalar, a modo de nota o apunte, que son cómics que alimentan el imaginario correspondiente a una época que dejó huellas visibles en  nuestro presente. 



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