No hay que ser Alan Moore para comprender que lo que imaginamos existe... siquiera en la imaginación cuando no se proyecta. Antes que él, Pablo Picasso afirmó con mayor contundencia que todo lo que se puede imaginar es real. Y si completamos la frase del pintor malagueño con aquello de que el arte es una mentira que nos acerca a la verdad, o que nos desvela verdades, obtenemos la clave de bóveda que sustenta el reciente prodigio de Daniel Torres titulado Picasso en la guerra civil.
Pero hay mucho más. Picasso en la guerra civil es un cómic que incluye otro cómic que incluye otro cómic. Es también una reflexión sobre el valor de las ficciones para restaurar el pasado, o para instaurar lo que no pudo ser. Es una dignificación del arte de la historieta, una más de las llevadas a cabo por el autor de La casa, y de su utilidad potencial ("La historieta no es sino historia pero con... intenciones", leemos en una viñeta). Es además un homenaje secreto de Daniel Torres hacia sus padres; y digo secreto porque no acabamos de saber si el padre del autor fue en verdad dibujante como el Francisco Torres dibujado en el tebeo, lo cual nos lleva a otra consideración más: Picasso en la guerra civil es un juego de espejos enfrentados que proyectan imágenes en abyme.
En las fechas que siguen se dirá mucho sobre este cómic de Daniel Torres. Yo mismo he asistido este fin de semana a dos presentaciones del libro y he escuchado al propio autor y a conocedores del medio como Álvaro Pons y Manel Gimeno tratar sobre el mismo. Prefiero ahora dejar en barbecho todo lo que he sentido estos días, especialmente ante la lectura y el disfrute de Picasso en la guerra civil.
Pero hay mucho más. Picasso en la guerra civil es un cómic que incluye otro cómic que incluye otro cómic. Es también una reflexión sobre el valor de las ficciones para restaurar el pasado, o para instaurar lo que no pudo ser. Es una dignificación del arte de la historieta, una más de las llevadas a cabo por el autor de La casa, y de su utilidad potencial ("La historieta no es sino historia pero con... intenciones", leemos en una viñeta). Es además un homenaje secreto de Daniel Torres hacia sus padres; y digo secreto porque no acabamos de saber si el padre del autor fue en verdad dibujante como el Francisco Torres dibujado en el tebeo, lo cual nos lleva a otra consideración más: Picasso en la guerra civil es un juego de espejos enfrentados que proyectan imágenes en abyme.
En las fechas que siguen se dirá mucho sobre este cómic de Daniel Torres. Yo mismo he asistido este fin de semana a dos presentaciones del libro y he escuchado al propio autor y a conocedores del medio como Álvaro Pons y Manel Gimeno tratar sobre el mismo. Prefiero ahora dejar en barbecho todo lo que he sentido estos días, especialmente ante la lectura y el disfrute de Picasso en la guerra civil.
Sueño y mentira de Franco (1937), de Pablo Picasso |
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