Más allá de su participación en El Cubri, el talento como
guionista de Felipe Hernández Cava (n. 1953) quedó revalidado con Las
serpientes ciegas.
En esta ocasión, Cava contó como ilustrador o dibujante de su historia con Bartolomé Seguí (n. 1962). El resultado de esta colaboración fue un cómic de impecable factura y justamente premiado.
En esta ocasión, Cava contó como ilustrador o dibujante de su historia con Bartolomé Seguí (n. 1962). El resultado de esta colaboración fue un cómic de impecable factura y justamente premiado.
La afinidad de Hernández Cava con el género o subgénero de
la serie negra se vio con claridad en los trabajos de El Cubri desde finales de
los setenta.
La expresión "serie negra" tiene su origen en las
novelas de Carroll John Daly, Dashiell Hammett y Raymond Chandler, inspiradoras
de una literatura específica, difícil de conceptuar, aunque reconocible. Dichas
novelas fueron publicadas en la colección Série Noire de la editorial
Gallimard y en la revista Black Mask estadounidense.
Varios grandes realizadores de cine de los años cuarenta y
cincuenta pasados se inspiraron en este tipo de literatura y llevaron a cabo un
buen número de películas que forman el imprescindible "cine negro",
bien conocido por los seguidores del séptimo arte. Es materia de otro hilo
deshilvanar el meollo de esta gran tradición cinematográfica que llega hasta
nuestros días.
Por cierto, la influencia del cine de Stanley Kubrick en El
Cubri, expresada sin reservas en el nombre del equipo, sería sobre todo la de
sus películas iniciales: Killer's Kiss (El beso del asesino,
1955) y The Killing (Atraco perfecto, 1956). Junto a estos
títulos clásicos del cine negro de Kubrick, también sería una referencia
ineludible en el imaginario de El Cubri Spartacus (Espartaco, 1960),
si bien más por su lectura política.
Esta compenetración con el género negro tuvo su plasmación
en la estética de los contrastes en blanco y negro presente en Sombras y
en las historias protagonizadas por Peter Parovic. El claroscuro utilizado por
El Cubri eliminaba, como dijimos en otro post, los grises. Se centraba específicamente en la
zona oscura.
Y el hecho es que este formato de serie negra está presente
también en Las serpientes ciegas. Solo que el duro blanco y negro de las
historias anteriores de Cava en su colaboración con Arjona es sustituido ahora
en su trabajo con Seguí por otra paleta... en la que predominan los rojos y los
ocres.
Y solo también, que, en consonancia con ello, Las
serpientes ciegas cuenta una historia de mayor alcance, por su carga
evidente de crítica de las ideologías.
20.03.2013
Una temporada en el infierno
La historia que se cuenta en Las serpientes ciegas transcurre entre Nueva York en el verano de 1939 y Barcelona y frente del Ebro unos meses antes, durante la Guerra Civil. No es, sin embargo, "una historia más sobre la
guerra civil".
Se trata, más bien, de una especie de pesadilla urbana. El
calor de New York en verano en la época de la Depresión, el color rojo
omnipresente en cada página, la búsqueda incesante y la sed de venganza de los
personajes, su oscuro pasado que se insinúa, la soledad, la violencia latente,
la aplastante fuerza de la ideología que confunde la revolución con el mal...
Todo esto más la mirada atónita del lector convierte Las serpientes ciegas en un cómic que asombra, pero también desazona.
En cierto modo, el antiestalinismo presente en esta obra,
igual que en el ¡No pasarán! de Giardino, recuerda al que sugiriera en
1994 Nikita Mikhalkov en su película Quemado por el sol. Las serpientes
ciegas son las más venenosas.
En este respecto, es ilustrativo un diálogo entre dos
personajes del cómic:
¿Crees que es un poli? No lo sé. Pero lo poco que ha
contado parecía una sarta de patrañas. ¿Y tú qué le has dicho? Le he hablado
del sueño de la emancipación de los parias... y de cómo los que se dejan
embriagar por él desatienden la suerte de los más próximos. Tengo la intuición
de que volverá.
De todas formas, Las serpientes ciegas es un relato
que no se agota en una mera lectura política. Pertenece más bien al género
negro (aquí rojo) netamente existencialista. De corte sartreano.
22.03.2013
Tanto en ¡No pasarán! como en
Las serpientes ciegas, los personajes se mueven en el contexto de las
Brigadas Internacionales, el POUM, el PSUC-PCE, los anarquistas... Más o menos
el ambiente descrito por George Orwell en su Homenaje a Cataluña,
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