Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

martes, 5 de febrero de 2013

El Incal

A propósito de El Incal (1980-1988), con guion de Alejandro Jodorowsky y dibujos de Moebius (Jean Giraud), dice la Wiki:

Con más de un millón de ejemplares vendidos, traducido a más de veinte idiomas, y reeditado innumerables veces (tres, en España) es el cómic europeo más divulgado de la Historia del cómic desde 1980 hasta la actualidad. 

Lo relevante no es la exactitud del dato, tal vez superado, sino la difusión de esta obra.


La Saga de los Incales, obra conocida también como Las aventuras de John Difool -o simplemente El Incal- es una serie de seis historias gráficas dividida a su vez cada una ellas en sus correspondientes episodios. Está clasificada como de ciencia ficción, aunque yo añadiría que lo es en la misma medida en que se pueda decir que La guerra de las galaxias pertenece a ese género. Eso sí, El Incal tiene en mi opinión más sustancia artística, intelectual y simbólica que las guerras estelares de George Lucas. O así me lo parece a estas horas. 

Siendo una obra de los años ochenta pasados, su influencia estética (Moebius) y conceptual (Jodorowsky) ha sido impresionante no solo en el mundo del cómic, sino también en el cine y, de un modo más general, en la cultura de masas. Este éxito de El Incal ha de deberse, en buena medida, a la realización conjunta del producto por parte de los dos creadores citados: el francés Moebius y el chileno Jodorowsky; siendo cada uno de ellos de por sí muy influyente por su trayectoria y contando cada uno a su vez con un amplio número de seguidores.

La conjunción de esos dos universos específicos y particulares, el iconográfico del dibujante y el psicoesotérico del guionista, dio buen resultado. Más allá de esas típicas visiones alucinantes y alucinadas de Moebius que dan cuerpo y figura en El Incal a una dinámica narración nutrida con ese misticismo presentado como gnosis tan propio de Jodorowsky, la obra merece la atención hasta de los que no sean forofos del género. Y aunque a veces su lectura nos dé un ligero dolor de cabeza.

El Incal se presta a ser objeto de distintos acercamientos.

08.02.2013

La historia de las diferentes ediciones publicadas de El Incal ofrece materia para una reflexión acerca de la importancia que tiene en los cómics coloreados eso mismo, el tratamiento del color.

En efecto, tómese esta viñeta, coloreada por Valerie Beltran y correspondiente a una edición de El Incal posterior a la original, y compáresela con la que hay arriba, la de la primera edición. coloreada por Yves Chaland. Es impresionante cómo el color y sus tramas pueden modificar absolutamente un dibujo.

Es cierto que la muerte prematura de Chaland obligó a buscar recambios, sobre todo para la precuela (John Difool antes del Incal) y las secuelas (Después del Incal y Final Incal). Pero es también cierto que variando por completo la técnica y el timbre del coloreado se pueden obtener obras diversas a partir de un mismo dibujo original. Véase si no es así.



La cosa es más preocupante si además se introduce algún tipo de censura en la nueva versión yo diría que adulterada.



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