Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

sábado, 22 de diciembre de 2012

La ruta Joyce

Uno de los factores que han contribuido a darles credibilidad y valor a las novelas gráficas actuales inspiradas en biografías es el serio trabajo de documentación subyacente a las mismas.

Además, bucear entre los datos disponibles de la vida de alguien con el propósito de reconstruir y hacer pública esa vida supone una suerte de identificación con el biografiado, hasta el punto de anhelar en ocasiones visitar los escenarios y ambientes en que transcurrieron los hechos contados.

Así pues, no es extraño que Alfonso Zapico haya confeccionado en formato de cómic un personalísimo cuaderno de viaje: La ruta Joyce, el cual supone un complemento perfecto de Dublinés, la biografía que el historietista asturiano dedicó al escritor irlandés.


La ruta Joyce narra un personal recorrido por las cuatro ciudades principales en que transcurrió la vida de James Joyce: Dublín, Trieste, París y Zúrich. Es también algo así como la crónica de una experiencia interior, en la que Zapico desvela sus pasos y andanzas siguiendo las huellas de Joyce a través de una propia llamada.

El libro está escrito con la misma frescura y desenfado que la biografía de Joyce. Lo mismo que en ésta, prevalece la humanidad ante todo. Cabe decir que es un tono que a mí me ha recordado al que usa el canadiense Delisle en sus crónicas también tebeísticas.


Entre unas cosas y otras, leer cómics actualmente se está convirtiendo en una interesantísima fuente de información por acopio de datos. Una fuente gozosa, por cuanto en ella se combinan los elementos estéticos o figurativos con los narrativos.


Una fuente de placer, por consiguiente.

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