El reconocimiento oficial del noveno arte en España se
produjo cuando el Ministerio de Cultura instituyó el Premio Nacional del Cómic,
que se concede anualmente a una obra de autor español publicada el año anterior
al del galardón.
Fue 2007 el año en que se concedió por primera vez. La obra
premiada fue Hechos, dichos, ocurrencias y andanzas de Bardín el
Superrealista (2006), de Max (nombre de guerra de Francesc Capdevila, n.
1956).
No estoy seguro de que sea sencillo escribir un comentario
sobre Bardín el Superrealista. Es en todo caso un libro impactante. En
ochenta escasas páginas, Max consigue introducir al lector-contemplador de la
obra en un universo plenamente surrealista que trasciende la imaginación.
La primera plancha del libro, titulada "Guía oficial a
la fenomenología Bardín", presenta magistralmente las claves y los
referentes surrealistas que animan esta singular obra:
A propósito del término "surrealismo", se nos
recuerda en Bardín que aquel procede del francés surréalisme,
cuya traducción exacta sería "sobre...", "supra..." o
"súper..." "...realismo", es decir, una mirada artística
que otearía por encima de la realidad. Sin embargo, en español el surrealismo
se asoció a un movimiento reivindicativo del subconsciente y se entendió más a
manera de "sub-realismo". No obstante, lo de arriba y lo de abajo no
se excluyen en el panorama de los surrealistas. La visión del subconsciente es
una supravisión.
El su(pe)rrealismo un poco castizo que dibuja y escribe Max
en Bardín es plenamente reconocible entre nosotros. No solamente por la
presencia en la historia del perro andaluz, el homenaje a Buñuel, el escenario
daliniano, el personaje llamado Cirlot, las pesadillas y demás situaciones
oníricas y otras tantas sugerencias de aquella vanguardia que aparecen en la
obra.
Se trata también del surrealismo inherente a los personajes
e historietas que poblaron los tebeos de nuestra infancia, especialmente los de la escuela Bruguera y TBO y que no cabe duda
de que dejaron unan huella indeleble en la formación del dibujante Max. Una
influencia, la de esos tebeos, visible también en las aventuras de Peter Pank.
Incluso cuando Bardín se pone metafísico, el aire de
aquellos tebeos se manifiesta.
Otras influencias más modernas e internacionales se
advierten en Bardín el Superrealista, como la de Chris Ware o la de Jopo
de Pojo, el personaje creado por Joost Swarte. No en vano tiene fama Max de ser
un autor esponja.
Sin embargo, quería destacar yo aquí que el superrealismo de
Bardín no es meramente importado. Conecta y mucho con aquellos famosos tebeos
de nuestra infancia.
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