Retomando el hilo donde lo dejamos:
La biografía se consolida como uno de los géneros
prioritarios en el campo de la novela gráfica
Puede que se trate de una moda, pero lo importante no es
eso.
Si es cierto que el cómic es un arte popular donde los haya
-aunque yo tengo mis dudas, al menos por lo que se refiere a España, donde
tantas cosas salen caras-, la moda de escribir biografías dibujadas servirá
para que muchos personajes interesantes por sí mismos o por sus obras, poco
conocidos por el gran público, pasen a ser accesibles y tal vez inciten al
lector a interesarse por ellos y, si es el caso, por sus obras.
Tal sucede con el escritor irlandés James Joyce, por cuya
biografía, Dublinés, ha recibido Alfonso Zapico este año el premio
nacional de cómic.
Joyce es un autor de primer orden en la literatura del siglo
XX. Su novela Ulysses (1922) marcó un hito de tal envergadura que hoy se
celebra anualmente y no solo en Dublín todos los 16 de junio lo que se denomina
el "Bloomsday", en honor al nombre del protagonista y a la jornada
completa en que se enmarca esta novela de Joyce.
Con todo, Ulysses es un libro controvertido y de
difícil lectura. Más accesible al lector común es el libro de relatos
Dublineses (1914), donde la prosa de Joyce se atiene a unos registros
más usuales. El último relato de este libro, "Los muertos", dio pie
al monumento cinematográfico que fue la última película de John Huston.
Finalmente, con Finnegans Wake (1939), novela
absolutamente ilegible para muchos, Joyce dejó la prosa inglesa en un nivel prácticamente
inconmensurable.
Pues bien, el tebeo de Zapico nos acerca con frescura,
desenfado y sentido del humor a este oscuro y a la vez luminoso escritor que
fue James Joyce.
Y como digo al principio, bienvenido sea Dublinés si
consigue rebasar el interés por Joyce más allá de los joyceanos.
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