Francisco Umbral se encuentra en lo alto de un edificio y mira el duro suelo bajo sus pies. El picado introduce la tercera dimensión. La cuarta, meramente sugerida, requiere un ejercicio del espectador, una proyección narrativa. Por ejemplo, que el protagonista se arroja. Queda fuera de plano la quinta dimensión. Esta solo se encuentra en la mente del lector, que es la que aglutina el conjunto percibido.
La viñeta pertenece al libro La mentira por delante, de Lorenzo Montatore. La interpretación es personal.
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