Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

lunes, 20 de septiembre de 2021

El inmortal de Carlos Giménez


«En Roma, conversé con filósofos que sintieron que dilatar la vida de los hombres era dilatar su agonía y multiplicar el número de sus muertes.» (Borges, El inmortal)
Borgesiano título ha elegido esta vez Carlos Giménez para una historieta de cariz borgesiano. Pero no hay que asustarse. El inmortal es un puro tebeo en el que Giménez demuestra de nuevo su dominio del medio. Su manera de llenar los cuadros es inconfundible, sin apenas espacios vacíos, como inconfundible es también esa narrativa suya que adoba un relato ―dirigido a la vez a la cabeza y al corazón― con un combinado de energía vital, familiaridad, conciencia social, sentido del humor y unas gotas de casticismo. El sentido de la historia se encuadra en el conjunto de los últimos tebeos de Giménez, donde el juego de la dialéctica entre pesimismo y optimismo se despliega en el contraste entre un futuro presentido y un presente trazado con firmeza, como quien reconoce que afirmar cada momento que pasa, enmarcándolo por ejemplo en una viñeta, es un modo de hacer frente a la fugacidad. Por lo demás, El inmortal es un relato tan puro, tan limpio, como lo es el dibujo de Giménez. Una claridad que a veces pellizca. 

Ya digo que este Inmortal de Giménez no es nada enrevesado o barroco a la manera de Borges. No obstante, recoge el sentido del cuento del escritor argentino. Eso sí, a la manera de Giménez. 


Por cierto, estos días en los que parece renacer un optimismo de millonarios y científicos a su servicio, acerca de la posibilidad de prolongar la vida hasta rozar la inmortalidad, no está de más rememorar esta cita de Borges, extraída de su cuento El inmortal
«Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible es saberse inmortal.»

 

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