Salud y tebeos

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Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

lunes, 29 de diciembre de 2014

Dossier negro. Universo Moore postorwelliano


No es preciso insistir en ello. Alan Moore destaca en el dominio de la imaginación entendida como arte combinatoria de memes. Lo cual se manifiesta en el hecho de que su escritura es una sucesión de referencias culturales ensambladas según las exigencias del guion que él cada vez elabora.

En el caso de Dossier negro, los memes que Moore utiliza remiten sobre todo al espacio de la representación instaurado por la literatura más o menos canónica, más o menos occidental. Desde Homero y Shakespeare hasta Orwell y Kerouac (Sal Paradyse en el Dossier), pasando por los creadores de los personajes que forman La Liga de los Caballeros [Gentlemen] Extraordinarios (Mina Murray, Allan Quatermain, el capitán Nemo, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, Hawley Griffin -el hombre invisible-)... y otras figuras asociadas a ellos.

Pero no todo es 'alta' y 'media' cultura histórico-literaria en Moore. También pueblan su propuesta diferentes productos de la cultura popular, los tebeos pulp, los superhéroes, las postales y los anuncios de época... elementos todos ellos que conforman ese universo particular de Alan Moore. Un universo, por cierto, que deviene universal en la medida en que conecta con el imaginario de los lectores.

Y es que la (post) modernidad de Alan Moore pasa por eso, por disolver las fronteras entre alta, media y baja cultura incrustando sus obras en ese ámbito privilegiado de entretenimiento popular que es el cómic.


Dossier negro se inscribe en la serie La Liga de los Caballeros Extraordinarios, pero es a la vez una novela gráfica independiente. Además de ser otra muestra convincente del talento narrativo de Moore, es también una prueba de su capacidad de escritura. Hay mucha prosa, mucha literatura en Dossier negro (incluidas unas páginas de teatro à la Shakespeare). Moore mimetiza escrituras ajenas con prodigalidad. Y lo hace seriamente, con probidad, proporcionando a su vez goce para quien lo lee.

Del arte de Kevin O'Neill, en la parte gráfica de Dossier negro, cabe decir que se ajusta como un guante a los desiderata de Moore. Y no es poco.


Uno de los memes principales que conforman el universo de Moore y que sirven para enmarcar la acción de Dossier negro, en su parte de puro cómic, es la novela 1984, de Orwell. Ya en V de Vendetta la historia transcurría en una Inglaterra postorwelliana. Ahora, en Dossier negrolas referencias a la novela de Orwell son absolutamente explícitas. Con lo cual, el talante político de la escritura de Moore se evidencia de nuevo. (Choca encontrar la expresión "el hermano mayor" en la traducción española; quita fuerza al Big Brother de Orwell.)


A propósito de Dossier negro, casi que aprovecharía ahora para comentar un par de críticas que se le suelen hacer a la escritura de Alan Moore.

La primera se refiere a la crítica que entiende el estilo amalgamado y brillante de Moore como un mero fuego de artificio.

La segunda crítica trata del platonismo inherente a la teoría de los memes en general y, por derivación, al platonismo implícito en la obra de Moore.

Pero lo dejo para otra ocasión. Alan Moore da mucho juego -como nos invita a jugar- y no es plan de agotarlo deprisa. Eso sí, nos quedamos con que si hubiera un platonismo en Moore, este no sería trascendente, sino inmanente. Como si el autor nos recordara de nuevo que efectivamente sí que hay otros mundos, pero están aquí. Entre nosotros.


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