Salud y tebeos

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Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

lunes, 16 de mayo de 2022

Céline y el cómic

Está por escribir una historia efectual del cómic a lo largo de su centuria de esplendor popular, el siglo XX, en cuanto haya influido en la formación de tantos intelectuales, escritores y artistas que destacaron en ese siglo. Picasso, Fellini, Steinbeck y otros leían tebeos igual que hoy Tarantino. 


En una entrada de este blog publicada hace unos años bajo el título De Céline a Tardi y al revés, de Tardi a Céline me referí al extraño hilo que une al escritor de Viaje al fin de la noche y al autor de La verdadera historia del soldado desconocido. Es un hilo que, desde luego, nada tiene que ver con las manifiestas posiciones políticas de ambos autores, pero sí con el imaginario estético desplegado por Céline en sus novelas y por Tardi en sus historietas. También supe en su momento que Joe Sacco declaraba en una entrevista (con Gary Groth) la inspiración que había encontrado el maltés en Céline respecto al uso de globos de diálogo dispersos y cartelas o cartuchos fragmentados que mueven el ojo del lector alrededor de la página. 

Pero la relación de Louis Ferdinand Céline con el cómic es mucho más vasta, no se reduce a Tardi y a Sacco. Hace ahora un año salió publicado en Francia un álbum que, a manera de ensayo gráfico, expone varias facetas de esa vasta relación. Se trata de Céline Cómix, escrito y dibujado por Bastien Bertine. El prefacio de este libro corre a cargo del escritor Émile Brami, especialista en Céline. quien concluye de este modo su escrito: «después de la novela gráfica, he aquí, aún más sorprendente, el ensayo literario gráfico». Así es calificado Céline Comix


Del mismo Émile Brami es el libro L'affaire Haddock, publicado en 2014. El capítulo II de Céline Comix está dedicado al contenido del libro de Brami. Pero antes, en el capítulo I: "Céline et les illustrés", Bastien Bertine se centra en las influencias e impactos que los tebeos (illustrés) de la época ejercieron en la formación del escritor. Es de sumo interés, pues ahí se observa el efecto de los tebeos en Céline, un efecto que se aclara a lo largo del libro de Bertine. Lo que sigue, empezando por el capítulo II, tiene que ver con el efecto inverso, esto es, el de la escritura de Céline en los cómics. 

El "asunto Haddock" que presenta Émile Brami en su libro no es otro que el hecho de que un porcentaje importante de los insultos e imprecaciones que profiere el capitán Haddock, desde su aparición en El cangrejo de las pinzas de oro (1940-1941), se encuentra en el panfleto de Céline titulado Bagatelles pour un massacre (1938), un texto insoportablemente antijudío. Según esto, y por extensión, Hergé se habría  apoyado en la peor versión de Céline no solo para insuflar maldiciones en la boca de Haddock, sino también para crear un personaje, el capitán, absolutamente acorde con esta versión celinesca. Bastien Bertine, por su parte, presenta argumentos a favor y en contra de la tesis de Brami (en contra encontramos a Benoît Peeters), una tesis fuerte ―que llueve sobre mojado―, pero deja en manos del lector su apreciación. 


En el capítulo siguiente, "El caso Tardi", Bertine se centra en el historietista de Valence, en concreto en el origen biográfico de la fascinación de Tardi por Céline y en la modalidad de su apropiación. El fenómeno más visible de este interés de Tardi se manifiesta en que fueron tres las novelas de Céline ilustradas por él: Voyage au bout de la nuit (1988), Casse-Pipe (1987) y Mort à crédit (1991). Tras este fenómeno se encuentra la fascinación del historietista por el periodo 14-18, el final de la Belle Époque y el desastroso siglo XX de entreguerras... La apropiación estética llevada a cabo por Tardi concierne al orden de la figuración: el París laberíntico de Bardamu-Brindavoine, los fantasmas, monstruos y sabios locos de Adèle Blanc-Sec, el imaginario sintomático del soldado desconocido. La representación de Ici-Même y de su universo es ya inseparable de  las versiones ilustradas de los textos de Céline. 
 

El capítulo IV de Céline Comix está motivado por la relación que algunos críticos encuentran entre la historieta en cuatro volúmenes Blast, de Manu Larcenet, y la novela Viaje al fin de la noche, de Céline. Aquí Bastien Bertine recurre al doctor Freud en busca de una lectura psicoanalítica tanto de Larcenet como de Céline. (No me había referido aún a la forma y el tono de pesquisa, de investigación, que adopta el trabajo de Bertine, incluso a través de sus representaciones por todo el libro. A propósito de Larcenet, viene a cuento en esta entrada otra entrada mía, de 2018, en este blog: La pesquisa y el arte: Manu Larcenet). La presencia del psicoanálisis es obvia en Los combates cotidianos, de Larcenet. En el resto de sus obras, son tan pertinentes las teorías freudianas como lo puedan ser en prácticamente toda la producción historietística del siglo XX... y en los escritos de Céline. 



En el capítulo final de Céline Comix Bertine comenta dos tebeos celinianos. El primero es La cavale du Dr. Destouches (2015), una versión en cómic de la "trilogía alemana" de Céline, con guion de Christophe Malavoy y puesta en imágenes de Paul y Gaëtan Brizzi. El segundo es Le chien de Dieu (2017), de Jean Dufaux y Jaques Terpant, un repaso a los últimos años de Céline con incursiones a su pasado. 


Finalmente, Céline Comix contiene como propina un Anexo, "Soho 1915", escrito y dibujado por el propio Bertine, inspirado en la novela de Céline Guignol's Band

Llama la atención que Joe Sacco solo es citado de pasada por Bastien Bertine al comienzo de su libro. Será debido, tal vez, a la habitual limitación de la cultura francesa a la francofonía. 


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