(El desaguisado de la 43ª edición del FIBD de Angulema respecto a la ausencia de mujeres en la lista original de treinta autores nominados para el Gran Premio es el síntoma reciente de una desconsideración general instalada también en el mundo del cómic.)
Lo de la liberación de los géneros se puede entender de dos formas: en sentido filosófico (teórico-práctico) y en sentido artístico (poético-productivo). Ambas formas encuentran en el cómic contemporáneo un ámbito de aplicación. Y lo hacen de manera convergente, siendo esta convergencia una de las marcas distintivas de la nueva narrativa gráfica. Además, en la plasmación en cómic de estos dos sentidos de la liberación de los géneros es determinante el papel desempeñado por historietistas que son mujeres.
1.- Como propuesta filosófica, 'la liberación de los géneros' apela a la realización de sujetos emancipados, libres de coerciones como son las identitarias de género: masculino, femenino et al (hetero-, homo-, bi-, trans-, inter-, ...) cuando son utilizadas como medio o bien son impuestas. Sujetos emancipados serían entonces aquellos que se liberasen de estas imposiciones identitarias. Es la liberación de la mujer, por ejemplo, entendida como un liberarse del "ser mujer" ("ser femenina") establecido como predicado esencial o como impostura.
En el cómic actual, las historietas y novelas gráficas de Alison Bechdel pueden ser leídas en clave de este sentido de la liberación de los géneros. La perspectiva qeer (o queer) que al final muestra la serie de Bechdel Unas bollos de cuidado ilustra esa actitud. Si fuere preciso, habría un único género humano carente de connotaciones esencialistas. Un género, por así llamarlo, cuya condición de posibilidad pasaría por el reconocimiento de las singularidades efectivas en términos inclusivos de humanidad compartida. Pero en cualquier caso, lo que anda y late por ahí no son los géneros.
También el cómic colectivo Todas putas. Los cuentos gráficos apunta a esa liberación. En este caso hay quince autoras que ilustran quince relatos homónimos de Hernán Migoya. Es interesante señalar que son quince mujeres a favor de un libro, Todas putas, descalificado en su momento por la colonia de los biempensantes en nombre del respeto a "la mujer". No se dieron cuenta, acaso, de que en el libro de Migoya -y por ende en los cuentos gráficos de sus ilustradoras- se muestra de plano el rechazo del concepto "ser mujer" en cuanto cosificado, alienante y objeto de manipulación e intercambio.
2.- 'La liberación de los géneros' aplicada a las artes, especialmente a las narrativas, se refiere a otra cosa. Tiene que ver con una superación de la dicotomía entre "literatura" y "literatura de género", esto es, con la posibilidad de realizar productos no necesariamente adscritos a un género determinado (policíaco, bélico, western, fantasía heroica, ciencia ficción, misterio).
En cuanto al cómic, esta liberación del corsé de los géneros alude a lo que en Francia se caracterizó a finales de los setenta pasados como "la irrupción salvaje del cómic en la literatura" (Mougin) y en EE UU como "graphic novel", incluidos el costumbrismo y la autoexpresión.
No se me escapa que esa separación entre cómic literario y cómic de género es muy problemática. Tanto como pueda serlo la distinción entre película de género y película de cine. Tales distingos suenan artificiosos. Es mejor asumir que puede haber literatura y cómic (y cine) tanto en los géneros como más allá de ellos.
Enjambre (2014) es una antología, catálogo o álbum colectivo de autoras de cómic. Contiene dieciocho historietas -algunas en colaboración- más un prólogo de Ana Miralles y un epílogo de Marika Vila. Veinticuatro mujeres en total participan en este volumen. De las veinticuatro, cinco de ellas colaboraron también en Todas putas. Los cuentos gráficos. Se trata de Ana Galvañ. Carla Berrocal, María Herreros, Mamen Moreu y Elisa McCausland, esta última como escritora del epílogo de la ilustración colectiva de Todas putas y autora del texto de uno de los relatos de Enjambre. La presencia en ambos títulos de estas cinco autoras refuerza la tesis que afirma la convergencia de los dos sentidos de 'la liberación de los géneros'.
Por otro lado, Enjambre recuerda a Panorama, la otra antología de cómic español reciente con características similares. La diferencia estriba en que Panorama recoge una muestra de veintiocho autores de los cuales solamente dos son mujeres: Clara-Tanit Arqué y Mireia Pérez. Y una de estas dos, Clara-Tanit Arqué, repite por cierto en Enjambre. (De la historieta a cuatro manos realizada por Mireia Pérez y Max incluida en Supercómic hablaremos en otra ocasión.) En lo que más coinciden Panorama y Enjambre es en lo que el subtítulo del primero indica: La novela gráfica española hoy. Es una constatación: la llamada novela gráfica se presenta como una liberación de las ataduras de los géneros.
En el prólogo de Enjambre, titulado "Zumbido", Ana Miralles (historietista decana) muestra algo así como una esperanza desesperanzada en que algún día se deje de adscribir a las autoras de tebeo bajo el rótulo "cómic femenino". Y remarca la validez de las artistas para acometer cualquier género. Destacaré este párrafo de Miralles:
En el prólogo de Enjambre, titulado "Zumbido", Ana Miralles (historietista decana) muestra algo así como una esperanza desesperanzada en que algún día se deje de adscribir a las autoras de tebeo bajo el rótulo "cómic femenino". Y remarca la validez de las artistas para acometer cualquier género. Destacaré este párrafo de Miralles:
"No hay que desestimar el poder del cómic para impulsar el conocimiento. El dibujo es un lenguaje universal lleno de matices que también nos habla elocuentemente de la personalidad del dibujante. El lector establece un diálogo con el autor, que nos ofrece lo mejor que sabe hacer. A un dibujo se le ve palpitar, deseando contar y colonizar, como un enjambre."
Está claro que el cómic es un medio con finalidades diversas. Sirve para entretener, desde luego. Pero también de un modo u otro ilustra cuando va más allá de lo representado. Y lo hace más por la vía del mostrar que por la del decir, ya que su modo específico es ese, el de la representación.
Enjambre es un libro que ilustra sobre la liberación de los géneros. En uno y otro sentido.
Enjambre es un libro que ilustra sobre la liberación de los géneros. En uno y otro sentido.
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