Salud y tebeos

Salud y tebeos
Mantened los ojos bien abiertos.
(Winsor McCay)

martes, 29 de abril de 2025

Los hijos de los otros


Los hijos de los otros es el primer volumen de la trilogía Contrapaso, escrita y dibujada por Teresa Valero. Es también el primer cómic de autoría completa de esta dibujante madrileña y ofrece una composición formal extraordinaria que sirve para que el lector se sumerja en el escenario y conozca a los personajes fijos de la obra. Ahora bien, respecto a Mayores, con reparos, el segundo volumen de la trilogía, el guion de Los hijos de los otros adolece, en mi opinión, de un exceso de hilos conductores del relato, si bien se encuentran finamente entrelazados en el apartado gráfico que favorece la narración. Son temas mayores que revelan lados muy oscuros del franquismo (la acción transcurre en 1956): la psiquiatría al servicio del Régimen oficial ―en nombre de una eugenesia biológica―, las adopciones ilegítimas de bebés ―en nombre de una eugenesia social―, todo ello aderezado, en el mismo guion, con la presentación de los conflictos universitarios iniciados aquel año, el chabolismo de Vallecas, el cura obrero exfalangista, el mundo de los vencedores y de los vencidos, la mujer reducida a las labores domésticas, el periodismo intentando sortear la censura... incluso el periodismo clandestino y en cierto modo liberador. Un exceso narrativo, aunque bien resuelto, en correspondencia con lo mejor de la novela negra y criminal en su vertiente social. 


No deja de ser brillante la primera entrega de Contrapaso, un brillo no diré que sobrepasado por la segunda entrega y que promete una también brillante culminación de la trilogía. 

Los cincuenta fueron los años, en fin, de la juventud de nuestros padres y los de la autora, lo cual excluye las simplificaciones argumentales. 


sábado, 26 de abril de 2025

Mayores, con reparos


Mayores, con reparos es el segundo volumen de Contrapaso, una trilogía (de la que el tercer tomo está en proyecto) de Teresa Valero. Es también una entrega que certifica que estamos ante una obra de fuste. Dado que es inevitable comparar este cómic, Mayores, con reparos, con Los hijos de los otros, la primera historieta de la trilogía, diremos que la nueva entrega de Contrapaso se presenta como mucho más densa, argumentalmente hablando, que la primera, ya que su trama es más compleja, o tiene al menos más puntos de fuga. Plásticamente, en cambio, ambos cómics revelan la misma caligrafía de Teresa Valero. Hay un hilo conductor común a las sucesivas entregas de Contrapaso, un crimen no resuelto que articula la obra entera. Sin embargo, cada una de las partes que la componen contiene en sí misma su propio argumento, que gira en el entorno también de los misterios por resolver. Prefiero esperar a que la trilogía esté culminada para hablar del significado del término 'contrapaso' y del uso que la autora hace de él en su obra. 

La acción de Mayores, con reparos transcurre en la España de 1956 y repite no ya solo el escenario y la época, sino también los protagonistas principales de Los hijos de los otros ―los investigadores de un periódico de sucesos (León Lenoir y Emilio Sanz), además de la dibujante e ilustradora Paloma Ríos― en función de ese whodonit que atraviesa la trilogía. Pero, como ya hemos dicho, más allá de esta circunstancia cada historieta tiene su autonomía argumental. En concreto, el título de la segunda entrega de Contrapaso remite directamente a la censura franquista practicada en el entorno cinematográfico. De hecho 3R. Mayores, con reparos es la cuarta categoría clasificatoria de las cinco que calificaban las películas en aquel contexto histórico siguiendo criterios sobre todo ideológicos y "morales" (la moral del Régimen instaurado por el autócrata, se entiende). Solo desde estos criterios se puede aceptar, sin sonrojarse o partirse de risa, el quinto estadio de la clasificación: 4.Gravemente peligrosa. Hablamos de películas cuando el cine, previo al imperio de la televisión, era el medio popular por antonomasia de entretenimiento de masas, más intergeneracional en aquellos tiempos que los tebeos y menos identificado con un género en particular como el fútbol. 


Uno de los méritos de Mayores, con reparos (pues tiene varios) descansa en la conexión que establece la autora entre cine, sociedad y política. La constatación de que el desembarco estadounidense en España se proyectó de múltiples modos, incluido el cinematográfico, le sirve a Teresa Valero para confeccionar un muy bien trabado guion en el que se proyecta el ambiente social, económico y político de la situación española de los años cincuenta del siglo pasado, hacia el fin de la autarquía pero antes de la emigración obrera y sus remesas, de que los televisores nos invadiesen y del descubrimiento de que el turismo es un gran invento. El cine impregnó aquella época, como lo demuestra la obsesión del franquismo por controlar su influencia, junto a la conocida afición del dictador por ver películas sin censurar, todo ello representado en el cómic. 

Otro de los méritos de esta obra es su valor literario. Para no extenderme más, diré que este valor convierte Mayores, con reparos en un tebeo muy recomendable no solo para mayores sin reparos, sino en Apto para todos los públicos


domingo, 13 de abril de 2025

Kavalier y Clay (2)


Decía en mi entrada anterior que Michael Chabon (n. 1963), en Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, utiliza la historia del cómic como trasfondo de su novela. En este sentido, y sin necesidad de destripar la historia, hay en el relato una secuencia, por así decir, en la que los socios Sammy (guionista) y Joseph (dibujante), junto con Rosa y Bacon, asisten a una proyección, tal vez la première, de Citizen Kane, película de Orson Welles estrenada en 1941. La consecuencia de esta experiencia cinematográfica fue que "El Asombroso Cavalieri iba a liberarse para siempre de las nueve viñetas" (en referencia al dibujante Joe Kavalieri). Es más: 
"Ciudadano Kane representaba, más que ninguna otra película que hubiera visto Joe, la fusión total de imagen y relato que era ―¿acaso Sammy no lo veía?― el principio fundamental de la narración en el cómic, y el núcleo irreductible de su asociación. [...] En aquel sentido crucial ―su fusión inextricable de imagen y relato― Ciudadano Kane era como un cómic". 
Sin abandonar el relato de Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, pues no se trata ahora de enredarnos con la cuestión de las relaciones entre cine y cómic, vemos que, en el último tramo de la novela, Joe Kavalier pone en práctica sus nuevas concepciones del cómic mediante su inmensa novela gráfica acerca de El Golem

Muchos otros temas y subtemas sostienen la novela de Chabon. Pero como este es un blog que se centra en el cómic, lo dejaremos de momento aquí. Aunque nunca se sabe. 


Kavalier y Clay (1)


Michael Chabon ganó el Pulitzer 2001 con la novela The Amazing Adventures of Kavalier and Clay, traducida por Javier Calvo Perales y publicada en 2002 con el título Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay, en un volumen de seiscientas páginas del que no sé si existe otra edición en nuestro idioma. 

Lo asombroso es la cantidad de temas y subtemas concentrados en este libro. En cuanto a su escenario, no es otro que un ecosistema propio de la ciudad de Nueva York y, en concreto, el desarrollo de una historia que coincide con la suerte de sus personajes durante la Edad de Oro de los comic books (1938-1954). La historia de los cómics ―un pedazo de su historia― se convierte para Chabon en materia literaria para su novela. 

Los protagonistas principales del relato, Joe Kavalier y Sam Clay, crean un personaje, El Escapista, que da cuerpo a un comic book de tremendo éxito popular. Sin entrar en más detalles por ahora, es también asombroso el hecho de que este fenómeno generó la publicación en 2004 del #1 de un comic book centrado en las aventuras de El Escapista. Este tebeo incluye la presentación de otro personaje de cómic de Kavalier y Clay representado en la novela de Chabon: la asombrosa Polilla Luna


Continuará. 


lunes, 7 de abril de 2025

Maggie y Hopey, forever




El tiempo es como un chicle, se adapta al lector. Por supuesto, queda pendiente en este blog un comentario acerca de Dibujo del natural, de Jaime Hernandez. Pero es que la historia de Maggie y de Hopey es tan peculiar que, con el paso del tiempo, nos permite trascender la propia temporalidad. Todo ello sea dicho a favor de uno de los Hernandez Bros, Jaime en esta ocasión.